Autismo y TDAH: Sesgo de género en su diagnóstico y tratamiento
El Trastorno del Espectro Autista y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad son dos condiciones que se clasifican en la Neurodivergencia.
La Neurodivergencia es un concepto que abarca toda la diversidad en el funcionamiento cerebral y el comportamiento de las personas, es decir, se utiliza para describir a las personas cuyas habilidades y formas de procesar la información no se ajustan a lo considerado como estándar.
Ambas condiciones representan un desafío desde el diagnóstico hasta el tratamiento y seguimiento. Sin embargo, cuando este tipo de Neurodivergencia se presenta en mujeres, suelen haber más complicaciones por el factor de género.
Sesgo de género en el TDAH
A pesar de que múltiples estudios refieren que hay una mayor proporción de niños afectados por el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad con una proporción de cuatro a uno o nueve a uno, se piensa que esta diferencia tiene que ver más con un sesgo de género que una verdadera prevalencia.
Esto se debe a que en las niñas, el TDAH se manifiesta de formas menos llamativas por lo que su diagnóstico suele ser más complejo. Además, algunas personas especialistas refieren que hay una inadecuación en los criterios diagnósticos por un tema social.
Sesgo de género en el Autismo
Por lo general, las mujeres con Autismo suelen presentar síntomas diferentes a los hombres. Algunas de las características que se han identificado son:
- Tienen menos comportamientos repetitivos
- Tienen intereses restringidos relacionados con personas y animales
- Tienen mayor conciencia y deseo de interacción social
- Presentan tendencias perfeccionistas y Trastornos Alimenticios
Además, se ha detectado que las mujeres desarrollan una mayor propensión a imitar a otras personas durante las interacciones sociales y a camuflar sus dificultades, lo que hace que el diagnóstico sea más difícil.
En algunos casos, se ha identificado que debido a las normas sociales que se asocian a la feminidad producen que las mujeres que viven con Autismo sientan mayor vergüenza por sus dificultades sociales o que sean más propensas a distintas formas de Violencia de Género.
El sesgo de género presente en el diagnóstico de ambas condiciones dificulta el acceso a un tratamiento oportuno que pueda prevenir Trastornos Psiquiátricos asociados.