Autolesiones en Adolescentes: Factores de riesgo y estrategias de prevención
La autolesión es una forma de lidiar con emociones o vivencias que resultan insoportables o difíciles de procesar.
Hay varios adolescentes que sienten que no tienen el control sobre sus emociones y para recuperarlo recurren a la autolesión.
La lesión deja una marca en el cuerpo, la cual funciona como límite para una angustia que de otro modo se siente "repartida" en el cuerpo, las emociones y el pensamiento. Además, el corte autolesivo puede ser una descarga de emociones que no se pueden explicar. En algunos casos, el daño tiene un componente de autocastigo.
Signos de alerta de un adolescente que se autolesiona
Las autolesiones son difíciles de detectar, ya que los adolescentes pueden ocultar las marcas o lesiones. Algunas señales de que un adolescente está experimentando autolesiones son:
- Cortes
- Rasguños
- Quemaduras inexplicables
- Uso de ropa que cubre todo el cuerpo, incluso en clima cálido
- Uso de muñequeras que tapan la zona
- Tener objetos filosos al alcance (navaja de afeitar, cuchillo cartonero, hoja del sacapuntas, etc.)
La primera línea de acción ante un caso de autolesión es la red familiar y las amistades, que pueden detectar la ocurrencia del fenómeno. Luego está la ayuda profesional psicológica y psiquiátrica, la que debe solicitarse para entender la situación y abordarla con el acompañamiento adecuado.
¿Cómo abordar el tema de las autolesiones con un adolescente?
Es importante abordar el tema de las autolesiones con un adolescente de manera sensible y sin juzgar. Saber que alguien cercado se autolesiona suele ser impactante, ya que, en la mayoría de los casos se interpreta como una intención suicida, lo que conlleva preocupación y a que sea difícil abordar una conversación, sin embargo, es vital acercarse a hablar con el adolescente para saber qué está pasando y ofrecerle apoyo emocional, así como buscar ayuda profesional.
Los profesionales de la Salud Mental ayudan a comprender y manejar sus emociones de manera más efectiva, así como a identificar y tratar cualquier problema subyacente que pueda estar contribuyendo a las autolesiones.
La prohibición de realizarse un corte, reacción usual de los padres, no es suficiente para enfrentar el problema. La estrategia es brindar un espacio para conversar sobre lo que está ocurriendo para buscar otros modos de lidiar con los conflictos que pueden estar a la base.
Los padres y cuidadores son una fuente importante de apoyo y comprensión para un adolescente que se autolesiona.
¿Qué papel juegan los factores emocionales y sociales en la aparición de conductas autolesivas?
Los factores emocionales y sociales están interconectados, puesto que el corte se presenta como una estrategia del sujeto para manejar, controlar, descargar emociones que no están pudiendo ser puestas en palabras con otros. En este sentido, un entorno con poca disponibilidad para conversar sobre las propias emociones o vivencias, en donde el o la adolescente experimente emociones intensas sin la posibilidad de que sean acogidas por otros, puede aumentar el riesgo de que se recurra a la autolesión o a otros actos impulsivos para descargar lo que resulta emocionalmente intenso. Además, si se presenta un entorno social hostil, el riesgo de autocorte u otro tipo de actos de descarga también aumenta su riesgo de aparición.