Cervicalgia: ¿Cuáles son los tipos de causas que la provocan?
La Cervicalgia se refiere al Dolor a nivel de cuello, principalmente en la Columna Cervical. Este Dolor se manifiesta en la zona lateral y posterior del cuello, y puede conllevar rigidez en la musculatura.
¿Por qué ocurre este Dolor?
Las causas son de tipo inflamatorias, infecciosas, traumáticas y degenerativas.
- Causas inflamatorias: engloban lesiones en los discos vertebrales, en la musculatura y en los ligamentos, así como también Lesiones Medulares
- Causas infecciosas: son infecciones agudas provocadas por bacterias y algunas infecciones virales que, si bien no impactan directamente en la estructura ósea de la Columna Vertebral, pero afectan a la médula espinal y su tejido blando, especialmente en la región cervical. También hay de tipo oncológico
- Causas traumáticas: puede ser el Latigazo Cervical, que surge en Accidentes Automovilísticos cuando un vehículo impacta por detrás, ocasionando una brusca flexión o extensión del cuello, que resulta en lesiones importantes. Estos Traumatismos tienen consecuencias que van desde una simple lesión cervical hasta subluxaciones o luxaciones cervicales que pueden requerir tratamiento quirúrgico
- Causas degenerativas: las Discopatías, que involucran patologías en los discos intervertebrales, también son contribuyentes comunes al Dolor Cervical. A medida que una Discopatía progresa, puede transformarse en una Hernia Discal, en la cual la lesión y erosión del disco se agudizan, resultando en una ruptura más extensa que permite la salida del contenido gelatinoso del disco vertebral. Esta situación conlleva a la compresión de las raíces nerviosas, dando lugar a dolor en las extremidades superiores o incluso afectar la médula espinal
¿Qué síntomas la caracterizan?
Los malestares de la Cervicalgia se manifiestan de diversas formas, incluyendo dolor en la parte superior e inferior de la Columna Cervical, irradiación hacia la zona interescapular y, en algunos casos, cefalea. El dolor y la rigidez limitan la movilidad del cuello, generando una serie de molestias que impactan la calidad de vida.
Además, produce problemas en los movimientos de la cabeza, generando limitaciones en la amplitud de estos movimientos. El enfoque terapéutico para abordar esta afección indudablemente requiere un enfoque etiológico.
Proceso de diagnóstico
Junto con el examen físico, es esencial realizar un examen físico local y neurológico exhaustivo. Posteriormente, es recomendable realizar exámenes de imágenes para obtener un panorama más completo.
Los exámenes de imágenes incluyen Radiografías Cervicales, Escáneres y en ciertos casos, Resonancias Magnéticas. En ocasiones, se solicitan Radiografías Cervicales funcionales para evaluar el desplazamiento sagital de los cuerpos vertebrales y obtener una mejor comprensión de la anatomía. Estos exámenes permiten discernir entre posibles causas, ya sea Discopatías, Infecciones, Lesiones Tumorales o Traumáticas.
¿Qué cirugía se lleva a cabo?
Hay ocasiones que el Dolor es incontrolable, y lleva al paciente a tener un deterioro neurológico en progresión o los episodios recurrentes de Cervicalgia persisten. En esos pacientes, la cirugía es considerada. Ciertamente, existen múltiples técnicas quirúrgicas disponibles para abordar la Columna Cervical. Actualmente, la Cirugía Endoscópica Mínimamente Invasiva se ha convertido en una opción destacada. Esta técnica se lleva a cabo utilizando anestesia local y sedación, lo que minimiza la necesidad de anestesia general y permite una recuperación más rápida.
En el procedimiento endoscópico, se emplea un endoscopio que permite una incisión de tan sólo 1 a 2 cm. Esto posibilita el acceso sin comprometer las fibras musculares, lo que contribuye a una pronta recuperación. La hospitalización es breve, a menudo de unas pocas horas hasta un máximo de un día.