Cirugía láser sin navajas, procedimiento preciso y efectivo

Cirugía láser sin navajas, procedimiento preciso y efectivo

Top Doctors
Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: TOP DOCTORS® el 07/03/2019

La cirugía láser sin navajas es más precisa que otros procedimientos y, por el hecho de que se utiliza un láser para realizarla, las molestias después de ejecutarla son mínimas y de poca duración

Dr. Adolfo Peña Aceves

La cirugía láser sin navajas básicamente es una cirugía refractiva con láser que, modificando o dándole una nueva forma a la superficie corneal, elimina los errores refractivos o errores de graduación que son la hipermetropía, la miopía y el astigmatismo.

El procedimiento es sencillo pero requiere de equipos especiales y de una preparación compleja. Un oftalmólogo es el único que la puede hacer. Hablando de la cirugía, el LASIK, que es un procedimiento (sus siglas significan Laser Assisted In Situ Keratomileusis), básicamente lo que hace es que en la córnea, que es una estructura que tenemos en la parte frontal del ojo (haciendo una analogía es el parabrisas del ojo, como una ventana que tenemos al frente), realiza un corte parcial dejando una “bisagra” y de esta manera se levanta como una tapita, y sobre lo que queda de la córnea, en el lecho de esta tapita, ahí es donde con el láser, se moldea la córnea, y luego la tapita se regresa a su lugar.

Esta técnica disminuye las molestias posoperatorias y la cicatrización es mucho más controlada dentro de esta tapita. Ahora, esta tapita se hace clásicamente con un microqueratomo, esto es una navaja especial que si bien es muy precisa, porque se hace con un aparato especial, es todavía más precisa haciéndola con láser.

Una valoración exhaustiva

Es muy importante ir con el Oftalmólogo especialista en este tipo de cirugías para revisar clínicamente a la persona y ver qué tanta graduación tiene, porque hay límites, límites para abajo (muy poca graduación) y para arriba (mucha graduación). Más o menos el límite hacia arriba para operar a una persona, en cuanto a miopía, que es lo más común, es entre 8 a 10 dioptrías de miopía.

Teniendo este dato y si la persona tiene la edad adecuada (desde los 18 años ya se puede operar aunque lo ideal es más o menos a los 21 años cuando la graduación ya se estabilizó) puede ser candidato. Por otro lado se debe revisar, en la evaluación inicial, que el ojo sea sano y que la graduación no pase de los límites. Además, se necesitan unos estudios especializados para medir el grosor de la córnea y ver la forma de la misma por medio de un estudio que se llama topografía y paquimetría corneal, aquí se puede ver ya de manera mucho más precisa que el ojo es sano y si se puede hacer la cirugía.

La mayoría de las personas sí son candidatos y todos los estudios salen normales, pero se realizan los mismos para descartar enfermedades en la córnea, ya que hay algunas que no se manifiestan y pueden estar “escondidas”. Con estos estudios se pueden identificar éstas enfermedades subclínicas o “escondidas”, y en ése caso no se podrá hacer la cirugía.

Un Resultado básicamente de por vida

En personas que se demuestran que son sanas, y donde se asegura que ya se estabilizó la graduación, los resultados son de por vida. Hay un porcentaje de personas que por la misma cicatrización después la cirugía puede ser que haya un poco de regresión, esto significa que puede regresar un poco de la graduación después de la cirugía, pero esto es máximo hasta un 20 % de la graduación inicial (usualmente es menor a 10%), o sea, si tienes 2 dioptrías de graduación de miopía antes de la cirugía, puede haber una regresión, después de la cicatrización de la cirugía, a 0.4 dioptrías más o menos, que prácticamente esto no se manifiesta en tu visión y estos resultados se mantienen casi toda la vida.

Cabe mencionar que la “vista cansada”, que empieza en personas después de los 40 años y que van a necesitar lentes para leer, no se evita con la cirugía. A veces eso se toma de manera errónea, cuando las personas dicen: “bueno, después de los 40 tuve que usar lentes para leer”, no significa que la cirugía no funcionó, significa que empezó ya otro problema.

Recuperación visual paulatina

La recuperación es muy rápida. Después de una cirugía con láser libre de navajas básicamente las molestias que pueden ser un poco de ardor en los ojos, sensación de basuritas y lagrimeo, se quitan en horas. La recuperación visual se va dando paulatinamente pero saliendo de la cirugía los pacientes ya ven mejor, al día siguiente ya pueden hacer su vida normal prácticamente pero de todos modos la recuperación al 100% dura de una semana a un mes, esto no significa que no puedan hacer su vida normal y ver ya sin necesidad de usar lentes inmediatamente después de la cirugía.

Oftalmología