Cirugía refractiva: Dile adiós a los lentes

Cirugía refractiva: Dile adiós a los lentes

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: Luis Ángel Cortina Sánchez el 27/05/2024

La Cirugía Refractiva es un procedimiento destinado a eliminar la dependencia de los lentes. Los pacientes que deseen someterse a esta cirugía deben realizarse una exploración oftalmológica y cumplir con ciertos requisitos para determinar si son candidatos aptos.

 

¿Qué es la cirugía refractiva y cuáles son los requisitos para realizarla?

La Cirugía Refractiva es un procedimiento quirúrgico que busca corregir defectos refractivos del ojo, como Miopía, Hipermetropía y Astigmatismo, con el objetivo de reducir o eliminar la necesidad de usar lentes.


Esta cirugía es una de las más comunes a nivel mundial y ha experimentado avances significativos en las últimas décadas. Antes de someterse a la cirugía, todos los pacientes deben realizarse una exploración oftalmológica completa que incluye:

  • Toma de agudeza visual
  • Medición de la graduación a corregir
  • Evaluación de la presión intraocular
  • Valoración de la córnea y todo el segmento anterior del ojo
  • Evaluación de la retina y el nervio óptico para descartar cualquier alteración que pueda contraindicar la cirugía


Adicionalmente, se deben realizar estudios específicos de la córnea, como la topografía corneal para analizar su forma, y la paquimetría corneal para medir su grosor. En caso de cirugía del cristalino, es necesario calcular el lente intraocular adecuado.


Candidatos aptos para la operación con láser Excimer

Los criterios para ser candidato a la Cirugía Refractiva deben individualizarse en todos los casos. Algunos requisitos mínimos incluyen:

  • El candidato ideal debe tener al menos 21 años para asegurar que la graduación ocular sea estable
  • La graduación debe haber permanecido estable durante al menos un año antes de la cirugía
  • Los candidatos no deben tener enfermedades autoinmunes, como Artritis Reumatoide, Lupus eritematoso sistémico o Síndrome de Sjögren
  • No debe haber antecedentes de infección por Herpes ocular, ya que la cirugía podría reactivar la infección
  • No debe haber cicatrices en la córnea, aunque en algunos casos se pueden tratar con láser para mejorar la graduación
  • Los candidatos deben comprender los riesgos de la cirugía y tener expectativas realistas sobre los resultados
  • Las mujeres no deben estar embarazadas ni en período de lactancia al momento de la cirugía
  • Los individuos con Síndrome del Ojo Seco no son buenos candidatos
  • Las personas cuyas pupilas se dilatan más de 7 milímetros en la oscuridad tampoco son buenos candidatos


Procedimiento de la cirugía refractiva

La Cirugía Refractiva, generalmente realizada con láser Excimer, se realiza con la administración de anestesia local en forma de gotas oculares para adormecer el ojo. El paciente se recuesta en una camilla bajo el láser.


En procedimientos como LASIK, se crea un colgajo delgado en la córnea utilizando un microqueratomo o un láser femtosegundo. Este colgajo se levanta para exponer el tejido corneal subyacente.


Posteriormente, el láser Excimer se utiliza para remodelar la córnea, eliminando cantidades microscópicas de tejido según las necesidades específicas del paciente, corregiendo así el defecto refractivo. Después de la remodelación, el colgajo corneal se vuelve a colocar en su posición original. En procedimientos como PRK, no se crea un colgajo y la corrección se realiza en la superficie corneal.


Finalmente, se aplican gotas antibióticas y antiinflamatorias para prevenir infecciones y reducir la inflamación. El ojo se cubre con un protector para evitar que el paciente lo frote.


Recuperación después de la cirugía refractiva

La recuperación de la Cirugía Refractiva varía según el tipo de procedimiento y las características individuales del paciente. Generalmente, los pasos de recuperación incluyen:

  • Inmediatamente después de la cirugía: El paciente puede experimentar molestias leves, visión borrosa y sensibilidad a la luz. Es fundamental evitar frotarse los ojos
  • Primeros días: La visión mejora gradualmente, aunque puede fluctuar. Es importante usar las gotas oftálmicas prescritas y seguir las instrucciones del médico
  • Primera semana: La mayoría de los pacientes pueden volver a sus actividades normales en unos pocos días, pero deben evitar ejercicios intensos y situaciones que puedan causar traumatismo ocular
  • Primer mes: Se deben evitar piscinas, jacuzzis y saunas para reducir el riesgo de infección. Las visitas de seguimiento con el oftalmólogo son cruciales para monitorear la recuperación
  • A largo plazo: La visión puede seguir mejorando durante varios meses. El paciente debe continuar asistiendo a revisiones periódicas para asegurarse de que no haya complicaciones
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