Cirugía Refractiva: ¿Quién puede ser candidato?

Cirugía Refractiva: ¿Quién puede ser candidato?

Editado por: TOP DOCTORS® el 10/07/2023

Después de la cirugía, es importante evitar frotarse los ojos, ya que esto puede afectar la córnea


La Cirugía Refractiva es una técnica quirúrgica que utiliza el láser para corregir los defectos refractivos, como la Miopía, el Astigmatismo y la Hipermetropía. Es importante tener en cuenta que esta opción no es adecuada para todos los casos, pero para aquellos que cumplen con ciertos requisitos, puede brindar resultados visuales satisfactorios a largo plazo.


Tipos de Cirugía Refractiva


Existen tres tipos principales de cirugía refractiva:

  • LASIK: se realiza un corte en la superficie de la córnea y se levanta un flap para trabajar sobre la capa interna con el láser
  • PRK: no se levanta el flap, sino que se retira el epitelio para tallar directamente sobre la superficie de la córnea
  • LASEK: se remueve el epitelio con cuidado, se realiza el tallado y luego se vuelve a reponer el mismo epitelio


La elección del procedimiento depende de las características individuales de cada paciente y de la evaluación realizada por el Oftalmólogo.


Riesgos y Complicaciones


Los riesgos y complicaciones asociados a la Cirugía Refractiva son bajos en general, pueden presentarse invasiones epiteliales, inflamación o alteraciones en los resultados debido al proceso de cicatrización.


La subcorrección o sobre corrección del defecto refractivo es una posible complicación, pero puede corregirse mediante un retoque en algunos casos. Es importante tener en cuenta que las complicaciones son poco frecuentes y los resultados suelen ser satisfactorios.


¿Qué cuidados postoperatorios deben tenerse?


La recuperación después de la Cirugía Refractiva es generalmente rápida. En el caso del LASIK, el dolor es mínimo y los pacientes suelen tener una buena visión al día siguiente.


En el PRK y el LASEK, que son procedimientos más invasivos, se requiere un tiempo adicional para que el epitelio se estabilice y se recupere la visión y la transparencia corneal. En general, la recuperación completa se logra en unos pocos días a una semana, dependiendo del tipo de cirugía realizada.


Después de la cirugía, es importante evitar frotarse los ojos, ya que esto puede afectar la córnea. Se recomienda lubricar los ojos con lágrimas artificiales para contrarrestar posibles alteraciones en la lubricación.


Además, se debe utilizar protección ocular con lentes de luz ultravioleta al exponerse al sol o a radiaciones ultravioletas. Los pacientes pueden llevar una vida normal sin mayores limitaciones, evitando golpes o lesiones en los ojos.

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