¿Cómo se tratan las Enfermedades Intestinales Inflamatorias?
Las Enfermedades Intestinales Inflamatorias (EII) son un grupo de afecciones que afectan el intestino y pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes.
Las dos principales enfermedades intestinales son la Colitis Ulcerosa Idiopática y la Enfermedad de Crohn. Sin embargo, el Espectro de Inflamación Intestinal abarca desde el Intestino Irritable hasta cuadros alérgicos, Colitis Microscópicas y enfermedades no clasificables.
¿Cómo notar alguna anomalía?
Los síntomas más frecuentes de las Enfermedades Intestinales Inflamatorias son:
- Dolor Abdominal
- Malestar
- Distensión Abdominal
- Diarrea
Estos síntomas son acompañados de un aumento en la frecuencia defecatoria y una disminución en la consistencia de las deposiciones, Fiebre baja, Pérdida de Apetito, Pérdida de Peso, Dolores Articulares y Problemas Cutáneos. En algunos casos, puede haber sangre y mucosidad en las deposiciones.
Diagnóstico de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales
Comienza con un índice de sospecha clínico. Ante cualquier cuadro crónico recurrente se debe sospechar la presencia de estas enfermedades. Las pruebas realizadas son de laboratorio para detectar Anemia, Aumento de Plaquetas, Marcadores de Inflamación Crónica y Malnutrición.
Además, los exámenes de deposición, como la Calprotectina Fecal, ayuda a evaluar la magnitud de la inflamación. Los estudios endoscópicos, como la Colonoscopia, visualiza las lesiones y tomar muestras para Biopsias.
También se apoya de muestras como la Ecografía, Tomografía Computarizada y Resonancia Magnética, para obtener una visión más completa del intestino.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
En casos leves a moderados, se recomienda utilizar fármacos antiinflamatorios del intestino, como la mesalazina y azulfidina. En periodos de crisis, los corticosteroides son para inducir la remisión, pero no prescritos a largo plazo debido a sus efectos secundarios.
Los inmunomoduladores e inmunosupresores también se recetan para mantener la remisión en pacientes que no responden a otros tratamientos. En los últimos años, se han desarrollado terapias avanzadas que bloquean ciertos targets de la inflamación, como los anti-TNF. Aunque, estos tratamientos llegan a ser costosos y no siempre accesibles para todos los pacientes.