¿Cómo controlar y tratar los Ataques de Pánico?
Los Ataques de Pánico son desencadenados por diferentes factores y presentar una variedad de síntomas.
Los Ataques de Pánico son episodios repentinos de intensa Ansiedad que ocurren cualquier momento y lugar. Estos ataques suelen alcanzar su punto máximo en cuestión de minutos y manifiestan distintos síntomas.
- Dolor u opresión en el pecho
- Falta de aire o sensación de ahogo
- Miedo a perder el control
- Palpitaciones o aumento de la frecuencia cardíaca
- Temblores
- Sudoración
- Mareos
- Sensación de entumecimiento u hormigueo
- Sentimientos de irrealidad o desconexión
¿Cuál es el origen de los Ataques?
Las causas de los Ataques son múltiples. Algunos investigadores creen que ocurren cuando hay una comunicación inadecuada entre la corteza prefrontal, responsable del razonamiento, y la amígdala, encargada de regular las emociones.
También se ha relacionado la respuesta de lucha o huida del cuerpo con los Ataques de Pánico. Además, factores genéticos, altos niveles de Estrés, Trastornos de Ansiedad o Ánimo, y experiencias traumáticas.
Si se experimentan síntomas de un Ataque de Pánico, es importante buscar atención médica para descartar otras condiciones. Si ya hay antecedentes de Ataques, existen estrategias que pueden ayudarte a manejarlos.
Hablarse a uno mismo, contar con el apoyo de familiares o amigos, practicar ejercicios de respiración, distraerse con actividades como contar colores o usar técnicas de relajación, son estrategias que útiles durante un Ataque de Pánico.
Como modo de prevención, es recomendable buscar tratamiento médico o terapia psicológica. La Terapia Cognitivo-Conductual puede ser efectiva para cuestionar y cambiar los patrones de pensamiento relacionados con la Ansiedad.
Además, mantener un estilo de vida saludable que incluya suficiente descanso, una alimentación equilibrada, ejercicio regular y actividades relajantes puede ayudar a disminuir la probabilidad de experimentar ataques de pánico.
¿Ataque o Trastorno de Pánico?
Es importante destacar la diferencia entre un Ataque de Pánico y un Trastorno de Pánico. Mientras que un Ataque es un episodio aislado, el Trastorno implica la recurrencia de ataques, esto afectar la calidad de vida de una persona.
Los tratamientos disponibles van desde el uso de medicamentos como ansiolíticos o antidepresivos, así como terapia psicológica. La combinación de ambas es más eficaz para controlar los síntomas y prevenir recaídas
En caso de no recibir ningún tratamiento, los resultados son negativo varios aspectos de la vida. Pueden desencadenar Fobias específicas, generar preocupaciones de salud constantes, afectar las relaciones sociales, provocar problemas emocionales como Depresión o Ansiedad, e incluso aumentar el riesgo de pensamientos suicidas o problemas de abuso de sustancias.
Por lo tanto, buscar ayuda y recibir un tratamiento adecuado es fundamental para prevenir complicaciones ante los Ataques de Pánico.