Crecimiento prostático: cambio relacionado con el envejecimiento (P2)
En urología se han experimentado avances muy importantes en las últimas décadas para el crecimiento prostático benigno, especialmente en lo relacionado con desarrollo de nuevos medicamentos.
Dr. Carlos Enrique Méndez Probst
Actualmente el tratamiento de las molestias leves está enfocado a vigilancia/monitorización frecuente y modificaciones del estilo de vida como la restricción de la ingesta de líquidos por la tarde, restricción en la ingesta de bebidas con cafeína o con alcohol, modificación o suspensión de algunos medicamentos (diuréticos o para alteraciones del sistema nervioso), control adecuado de otras enfermedades (diabetes, insuficiencia venosa, insomnio, problemas cardiacos) o micción por horario. Los pacientes con molestias de moderadas a severas frecuentemente se benefician al iniciar tratamiento farmacológico con medicamentos que permiten mejorar el vaciamiento, adaptación de la vejiga o producción de orina, además de los cambios en el estilo de vida.
Mínima invasión como opción para pacientes que requieran cirugía
Los candidatos a tratamiento quirúrgico son los pacientes con síntomas que no mejoran importantemente a pesar del tratamiento farmacológico; quienes no desean, por comodidad o costo, el tomar medicamentos durante un periodo prolongado (posiblemente indefinido); o bien, quienes tienen complicaciones por el crecimiento prostático (perdida de la función renal, frecuentes episodios de sangrado urinario visible, piedras en la vejiga, infecciones urinarias frecuentes o bloqueo urinario completo que no responde al uso de medicamentos).
Hoy en día, la mayoría de los pacientes son susceptibles de ser tratados con técnicas de mínima invasión (cirugía endoscópica) para aliviar los síntomas, lo cual repercute en menores molestias posoperatorias, una convalecencia y reintegración más rápida a las actividades diarias. Aunque, hasta la fecha no es posible prevenir el crecimiento prostático, existen algunos cambios en el estilo de vida y evitar el uso de algunos medicamentos como antigripales, antidepresivos y antialérgicos, los cuales previenen o disminuyen la severidad de las molestias de los pacientes quienes ya presentan algunos síntomas urinarios.