Demencia Vascular: ¿qué es y en qué se diferencia del Alzheimer?

Demencia Vascular: ¿qué es y en qué se diferencia del Alzheimer?

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Escrito por: La redacción de Top Doctors
Editado por: Luis Ángel Cortina Sánchez el 20/01/2025

La Demencia Vascular es la segunda causa más común de Demencia en todo el mundo después del Alzheimer. Este tipo de Demencia, aunque menos conocido que el Alzheimer, es igual de devastador para los pacientes y sus familias.


¿Qué es la Demencia Vascular?

La Demencia Vascular es un Trastorno Neurocognitivo causado por una reducción en el flujo sanguíneo al cerebro. Esto ocurre cuando los vasos sanguíneos que nutren el cerebro se bloquean o se dañan, privando a las neuronas de oxígeno y nutrientes esenciales.


Como resultado, las células cerebrales comienzan a morir, lo que afecta las funciones cognitivas como la memoria, el razonamiento y el lenguaje.


Causas y factores de riesgo

Las causas de la Demencia Vascular se relacionan con problemas en la circulación cerebral. Las principales incluyen:

  • Accidentes Cerebrovasculares (ACV): tanto los infartos grandes como los pequeños pueden causar daños irreversibles en áreas críticas del cerebro
  • Enfermedades de pequeños vasos sanguíneos: estas alteraciones afectan los vasos más pequeños, causando lesiones microscópicas que pueden acumularse con el tiempo
  • Condiciones crónicas: Hipertensión Arterial, Diabetes, colesterol alto y enfermedades cardíacas contribuyen significativamente al desarrollo de la Demencia Vascular
  • Factores de riesgo relacionados con el estilo de vida: el Tabaquismo, el sedentarismo, una dieta poco saludable y el consumo excesivo de alcohol aumentan el riesgo de enfermedades vasculares, lo que a su vez eleva la probabilidad de padecer este tipo de Demencia


Síntomas de la Demencia Vascular

Los síntomas de la Demencia Vascular pueden variar ampliamente dependiendo de la región del cerebro afectada. Sin embargo, los más comunes incluyen:


Problemas cognitivos

  • Dificultades para planificar o tomar decisiones
  • Problemas con la atención y la concentración
  • Pérdida de Memoria (aunque generalmente menos prominente que en el Alzheimer en las primeras etapas)


Cambios emocionales


Alteraciones físicas

  • Dificultades motoras, como problemas para caminar o caídas frecuentes
  • Pérdida del control de los músculos en casos graves


Diagnóstico de la Demencia Vascular

Diagnosticar la Demencia Vascular es un proceso complejo que requiere un enfoque multidisciplinario. Los especialistas emplean una combinación de herramientas para identificar este trastorno:

  • Historia clínica: el médico recopila información sobre los antecedentes médicos del paciente, incluyendo factores de riesgo como Hipertensión o Diabetes, y eventos previos como accidentes cerebrovasculares
  • Evaluación cognitiva: se realizan pruebas específicas para medir la memoria, el razonamiento y otras funciones mentales
  • Estudios de neuroimagen: la Resonancia Magnética (RM) o la Tomografía Computarizada (TC) permiten observar lesiones cerebrales o signos de reducción en el flujo sanguíneo


Un diagnóstico temprano es clave para implementar estrategias de manejo y ralentizar la progresión de la enfermedad.


Tratamiento de la Demencia Vascular

Actualmente, no existe una cura para la Demencia Vascular. Sin embargo, el tratamiento se centra en controlar los factores de riesgo subyacentes y mejorar la calidad de vida del paciente. Entre las opciones terapéuticas se incluyen:

  • Control médico: manejo adecuado de la presión arterial, el colesterol y la Diabetes
  • Medicamentos: aunque no existen fármacos específicos para la Demencia Vascular, se pueden prescribir tratamientos para prevenir futuros accidentes cerebrovasculares o para manejar síntomas como la Depresión
  • Rehabilitación cognitiva: programas diseñados para mejorar las capacidades cognitivas afectadas
  • Fisioterapia: para ayudar con las dificultades de movilidad y prevenir caídas


Prevención de la Demencia Vascular

La prevención es esencial para reducir la incidencia de la Demencia Vascular. Las estrategias preventivas incluyen:

  • Adopción de un estilo de vida saludable: seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y grasas saludables como las del pescado o los frutos secos
  • Ejercicio regular: actividades como caminar, nadar o practicar yoga ayudan a mantener una buena circulación
  • Control de factores de riesgo: realizar chequeos médicos periódicos para monitorear la presión arterial, los niveles de azúcar en sangre y el colesterol
  • Estimulación mental: participar en actividades que estimulen el cerebro, como leer, aprender un nuevo idioma o resolver crucigramas


Demencia Vascular vs. Alzheimer: diferencias clave

Aunque tanto la Demencia Vascular como el Alzheimer son formas de Demencia, presentan características distintas:


1. Causa subyacente:

El Alzheimer se asocia con la acumulación anormal de placas de beta-amiloide y ovillos de tau en el cerebro. La Demencia Vascular, por otro lado, se origina por problemas en los vasos sanguíneos cerebrales

 

2. Inicio y progresión:

La Demencia Vascular puede tener un inicio más abrupto, especialmente después de un ACV, y progresa de manera escalonada. Mientras que, el Alzheimer tiende a avanzar de manera gradual y continua.


3. Síntomas iniciales:

La pérdida de memoria es uno de los primeros signos del Alzheimer. Sin embargo, la Demencia Vascular afecta inicialmente funciones como la atención, la planificación y la resolución de problemas.


4. Tratamiento:

Mientras que los tratamientos para el Alzheimer incluyen medicamentos específicos como los inhibidores de la colinesterasa, el enfoque en la Demencia Vascular está más orientado a prevenir futuros daños vasculares.


Impacto en los pacientes y sus familias

La Demencia Vascular no solo afecta al paciente, sino también a sus seres queridos, quienes enfrentan retos significativos al cuidar a alguien con esta enfermedad. Las familias deben recibir apoyo emocional y capacitación sobre cómo manejar los cambios cognitivos, emocionales y físicos de sus seres queridos.


La Demencia Vascular es una condición compleja y desafiante que requiere un enfoque integral para su manejo. Aunque comparte similitudes con el Alzheimer, las diferencias en sus causas, progresión y tratamiento hacen necesario un diagnóstico preciso.


Adoptar hábitos saludables y mantener un control médico adecuado son pasos clave para prevenir esta enfermedad. Al mismo tiempo, aumentar la conciencia pública sobre la Demencia Vascular puede ayudar a desestigmatizar la condición y brindar el apoyo necesario a quienes la padecen. Consulta con un especialista en Neurología para un diagnóstico y orientación adecuados.

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