Diabetes tipo 2, enfermedad silenciosa y agresiva
El tratamiento se basa en cambios en el estilo de vida (que incluyen mejorar los hábitos de alimentación, mejorar la calidad y reajustar la cantidad de la dieta, dejar de fumar y tomar alcohol, e incrementar la actividad física) y tratamiento farmacológico.
Dr. Aldo Iván García Contreras
Existen datos muy característicos de glucosa elevada en la sangre en las personas que padecen diabetes tipo 2, como lo son: incremento en la sed (polidipsia), incremento en la frecuencia para orinar, incremento del apetito (polifagia), y pérdida de peso no intencionada. Sin embargo, al inicio de la enfermedad el paciente no suele manifestar ninguna molestia, situación que es muy grave ya que retrasa el diagnóstico y la oportunidad de iniciar un buen tratamiento para evitar complicaciones de la misma, además de que el paciente, al encontrarse sin molestias, menosprecia la importancia de lograr un buen control de su glucosa.
De hecho, una gran cantidad de pacientes debutan con diabetes ya con complicaciones graves de la misma, como lo es ceguera, insuficiencia renal, amputación de pierna, infarto en el corazón o cerebro, entre otras; lo que habla de lo “silenciosa y agresiva” de la enfermedad, ya que para existir este tipo de complicaciones tuvo que haber pasado un lapso de más de 10 años con descontrol glucémico.
Tratamiento a la medida de cada paciente
El tratamiento de diabetes tipo 2 se basa en cambios en el estilo de vida y tratamiento farmacológico. Los cambios en el estilo de vida son básicos para lograr éxito en el control glucémico de los pacientes, estos incluyen mejorar los hábitos de alimentación, mejorar la calidad y reajustar la cantidad de la dieta, dejar de fumar y tomar alcohol, así como el incremento en la actividad física. Es imposible lograr un adecuado y sostenido control glucémico si el paciente no lleva a cabo las recomendaciones de cambio en el estilo de vida.
Por otra parte, como complemento para el tratamiento de los pacientes con diabetes tipo 2, existe actualmente un “gran arsenal de medicamentos” para ayudar al control glucémico, que va desde tabletas tomadas vía oral, hasta medicamentos inyectables.
Actualmente se insiste en que el tratamiento de un paciente con diabetes debe de ser individualizado, tanto en su dieta, actividad física y medicamentos, ya que estos últimos cuentan con diferentes propiedades, beneficios, indicaciones e incluso precauciones, dependiendo el paciente. En otras palabras “no existe una receta universal” para tratar a todos los pacientes con diabetes, se debe de realizar “un traje a la medida de cada paciente” dependiendo su gravedad, estado económico, preferencia, expectativa, experiencia, y/o temores.