Displasia de Cadera: ¿Qué sucede ante un diagnóstico tardío?
La Displasia Luxante de Cadera, también conocida como Enfermedad Luxante de Cadera, es una alteración congénita que afecta el desarrollo de la articulación de la Cadera en los recién nacidos. Es esencial detectarla de manera temprana para evitar complicaciones a largo plazo.
La Displasia Luxante de Cadera se caracteriza por una posición anormal de la Cadera, que puede estar parcial o totalmente fuera de la cavidad pélvica. Esto desarrolla Dolor y limitaciones en el movimiento, especialmente cuando la enfermedad afecta a los bebés.
El diagnóstico precoz es fundamental y se realiza mediante un examen exhaustivo por parte del Neonatólogo y el Pediatra al nacer. Si existen antecedentes familiares de Displasia de Cadera u otros factores de riesgo, se recomienda realizar una Radiografía de Pelvis a los 3 meses. Este enfoque preventivo busca detectar la afección antes de que los síntomas sean evidentes, permitiendo un tratamiento más efectivo.
Algunos signos evidentes son:
- Cojera
- Imposibilidad de para abrir muslos
- Dificultad para estirar las piernas
- Tener una pierna más corta que la otra, la más corta es por la luxación o subluxación
- La Cadera no está en la posición correcta
En Chile, realizar la Radiografía a los 3 meses es una normal, pero hay muchos países de Latinoamérica que aun no tienen impuesto esto.
Durante los 15-20 primeros días de nacimiento se puede hacer una Ecografía de Cadera, para evitar un diagnóstico tardío. Aunque la ecografía puede ser subjetiva y dependiente del operador, puede ofrecer información valiosa en situaciones específicas.
Factores de riesgo
Varios factores aumentan el riesgo de Displasia de Cadera, como:
- Antecedentes familiares de la enfermedad
- Malformaciones ortopédicas adicionales
- Tener Pie Equinovaro
- La posición podálica de nalgas durante el Parto y Cesáreas
Opciones de tratamiento
La clave para el manejo efectivo de la Displasia de Cadera es la detección temprana. Si se confirma el diagnóstico, se implementan métodos preventivos, como el uso de dispositivos de abducción, siendo el "pavlik" el más utilizado. Estos aparatos promueven la separación de las piernas para corregir la posición de la Cadera y prevenir complicaciones a futuro.
La segunda opción es la intervención quirúrgica, la cual tiene que llevarse a cabo antes de los 18 meses. Después de esa edad los tratamientos se limitan y la se suele llegar a requerir Prótesis de Cadera (Reemplazo Articular de Cadera).
Existen cirugías que, previas a la colocación de una prótesis, proporcionan cierta cobertura a aquellas áreas que no están completamente expuestas, prolongando su duración. Es sabido que las prótesis de cadera tienen una vida útil de 10 a 20 años máximo, y necesitan ser reemplazadas. Dada la longevidad actual, viviendo hasta los 90 años, optar por cirugías protectoras que extiendan la funcionalidad de la cadera hasta la colocación de una prótesis parece ser la mejor opción. Sin embargo, esto no deja de ser una expresión del fracaso de la medicina preventiva en la detección temprana de esta enfermedad, algo que debemos mejorar.
En países con una alta incidencia, como en las poblaciones mediterráneas, especialmente los italianos, y en aquellos con mezcla étnica y racial significativa, como los latinoamericanos, deberían considerar la implementación de un Screening de Cadera. Este procedimiento implica tomar radiografías de manera preventiva a los tres meses de edad para detectar esta enfermedad. Este enfoque representa el estándar de oro en la prevención.
¿El diagnóstico tardío es un fracaso?
La cirugía es un reflejo del fracaso, lo que significa que el equipo médico no fue capaz de realizar un diagnóstico preventivo o al menos clínico antes del primer año de vida, idealmente antes del año y medio, en casos de esta patología. De acuerdo con la especialista, esto representa una falla en la Medicina Preventiva o en la Medicina en sí misma, ya que al no diagnosticar tempranamente la persona no tiene un desarrollo normal. En cambio, nos enfrentamos a secuelas donde la cirugía ofrecida tiene un impacto limitado antes de considerar la necesidad de una prótesis.