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Dolor Crónico: Cannabinoides
Artículo escrito por Fisiatra Delia Ruiz Rodríguez
Cannabis sativa es una planta utilizada desde hace siglos con fines medicinales y recreacionales.
Los pacientes con Dolor Crónico tienen muchas necesidades insatisfechas. La complejidad de la experiencia del Dolor como fenómeno biológico, psicológico y social, acompañada de los otros síntomas que sufren los pacientes con Dolor Oncológico y no Oncológico, han llevado a una búsqueda incesante de otras alternativas de tratamiento como el uso de cannabinoides.
En la primera mitad del Siglo XX el uso indiscriminado de los derivados de Cannabis condujo a graves problemas que provocaron una alarma mundial, por lo que se clasificó como una droga psicotrópica y se prohibió su uso. Posteriormente, se identificaron y aislaron algunas moléculas de esta planta, las cuales tienen potencial terapéutico para ciertos padecimientos como el Dolor, la Epilepsia y las Náuseas secundarias a la Quimioterapia, entre otros.
¿Productos naturales o preparados estandarizados?
Al mismo tiempo que se han observado algunos beneficios con el uso del Cannabis, también se han identificado diversos efectos adversos que deben ser tomados en cuenta, tales como: sedación, confusión, aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, reacciones psicóticas, alteraciones de la memoria y de la capacidad de aprendizaje. Estos efectos pueden presentarse al usar productos naturales de variada composición y que no pueden ser calificados como terapias dirigidas a un padecimiento en específico.
Ante ello, ha surgido la necesidad de realizar un aislamiento controlado de los principios activos del Cannabis, principalmente se conoce: el tetrahidrocanabinol (THC) y el canabidiol (CBD). Estos preparados estandarizados y elaborados con las mismas exigencias y registro sanitario que cualquier medicamento, pueden tener indicaciones en determinadas enfermedades donde se haya demostrado algún beneficio y seguridad razonable, a través de estudios científicos. Hoy en día se sabe que el uso de formulaciones de cannabinoides es beneficioso en el manejo del Dolor Crónico.
Mitos y realidades de los Cannabinoides
- Mito: los cannabinoides pueden servir para todas las enfermedades. El hecho de tener en nuestro cuerpo receptores para los cannabinoides no significa que estos sean útiles en todas las enfermedades
- Mito: los cannabinoides no hacen daño porque son naturales. Aunque los cannabinoides provienen de una planta, no significa que no puedan tener efectos secundarios. Los productos “naturales” pueden tener composiciones distintas, por lo que su efecto no siempre es el mismo
- Realidad: los preparados estandarizados son más seguros. Los medicamentos cannabinoides requieren de un procesamiento farmacéutico de alta calidad y seguridad, el cual es regulado por ser aprobados por la Agencia Nacional de Medicamentos del Instituto de Salud Pública, única vía para tener medicamentos seguros en Chile.
En la actualidad existe una gran variedad de compuestos cannabinoides para distintas patologías o síntomas. El inicio de tratamiento se realiza a través del incremento progresivo o paulatino de las dosis hasta encontrar el esquema que otorgue el máximo beneficio con la menor cantidad de efectos adversos o no deseados. No se recomienda que utilice productos de dudosa procedencia o que hayan sido recomendados por otros pacientes, el uso de estos compuestos siempre deberá ser una decisión compartida entre usted y su médico tratante.
Consideraciones generales para el abordaje del Dolor con cualquier fármaco que contiene un mecanismo de acción opioide
- Es esencial un abordaje individualizado y centrado en el paciente para el diagnóstico y Tratamiento del Dolor con el fin de establecer una alianza terapéutica entre el paciente y el clínico. Se deben considerar aspectos del paciente que puedan afectar a la dosis de opioide antes de iniciar el tratamiento con el mismo
- En pacientes con Dolor Agudo (Dolor Posquirúrgico) el uso de la medicación debería ser por el menor tiempo necesario
- Todos los pacientes deben ser seleccionados cuidadosamente, los factores de riesgo de abuso deben de ser evaluados y se debe de establecer una monitorización regular para asegurar que los opioides se utilizan de forma apropiada y alineada con los objetivos de tratamiento (intensidad de Dolor y funcionalidad) acordados con el paciente
- Los pacientes deben ser informados de los potenciales efectos adversos de los opioides, así como de su potencial de desarrollar tolerancia, dependencia y adicción
- Es importante utilizar óptimamente abordajes multimodales no-opioides tanto en Dolor Agudo como en Dolor Crónico antes de escalar a analgésicos opioides o de combinar con terapia con opioides
- La adicción es posible incluso cuando los opioides se toman según lo indicado. La prevalencia exacta del abuso en pacientes tratados con opioides para Dolor Crónico es difícil de determinar
- En el tratamiento con opioides a largo plazo se requiere realizar revisiones clínicas regulares, para evaluar, por ejemplo, el control del Dolor, el impacto en el estilo de vida, bienestar físico y psicológico, efectos adversos y necesidad de continuar el tratamiento
- Cualquier tratamiento con opioides a largo plazo debe ser monitorizado y re-evaluado regularmente incluyendo la titulación descendente de la dosis o la discontinuación del tratamiento
- Los signos de trastorno de uso de opioides deben ser monitorizados y abordados
- Los pacientes y el público en general se pueden beneficiar de materiales educacionales claros y de iniciativas de concienciación para favorecer el uso racional de los opioides