¿Dolor en las piernas? podrían ser Várices
Las Várices son una afección médica que afecta a muchas personas, principalmente mujeres. Entre las principales causas se encuentran la falta de circulación en las venas.
Las Várices son dilataciones de las venas de las piernas, estas se agrandan y se encuentran cerca de la superficie de la piel. Algunas causas son por el debilitamiento o mal funcionamiento de las válvulas, lo que se conoce como Insuficiencia Venosa Crónica.
La circulación sanguínea en las piernas debe vencer la fuerza de gravedad y subir hacia el territorio pulmonar, depende en gran medida de las válvulas presentes en la ingle y detrás de las rodillas. Cuando estas válvulas se dañan, se convierte en dilatación de y la forma las Várices.
Sintomatología
Los síntomas más comunes de las Várices incluyen:
- Pesadez en las piernas
- Cansancio
- Dolor
- Picazón
- Alteraciones en la piel: Dermatitis Atópica y Úlceras
Los pacientes que pasan largas horas de pie o sentados, por ejemplo, quienes trabajan durante muchas horas al día como en oficinas o vendedores, llegan a experimentar un aumento en el flujo sanguíneo.
Además, es común que los pacientes refieran calambres nocturnos y que sus piernas incluso aumenten la temperatura local elevada.
Causas principales y subyacentes
Los factores de riesgo para desarrollar Várices son variados, pero la genética desempeña un papel significativo, ya que aproximadamente el 90-95% de los pacientes tienen antecedentes familiares.
Por otro lado, el género (las mujeres tienen una mayor predisposición), uso de anticonceptivos orales, Embarazos, tipo de trabajo y el calzado, así como el tabaco y el alcohol, también pueden incrementar el riesgo.
El diagnóstico se basa en gran medida en el Eco Doppler Venoso Color, un método de elección a nivel mundial. Este examen debe realizarse con el paciente de pie para una evaluación precisa del reflujo venoso y la función valvular.
Tratamientos disponibles y alternativas
En cuanto a las opciones de tratamiento, existen numerosas alternativas, como opciones quirúrgicas y no quirúrgicas, al igual que tratamientos médicos.
En Chile, la Termoblación por Radiofrecuencia y el Benasil son dos de las técnicas más importantes utilizadas para tratar las Várices. La tasa de éxito, generalmente ronda por encima del 92 - 94%, si se realiza una elección adecuada basada en un estudio preoperatorio exhaustivo y el paciente sigue las indicaciones posoperatorias.
Para aquellos pacientes que no desean o no pueden someterse a una intervención quirúrgica, existen alternativas de Esclerosis de los troncos venosos, los medicamentos utilizados son el polidocanol, etoxi clerol o el suero glucosado hipertónico para sellar las venas.
En términos de recuperación en los métodos para combatir las Várices, los pacientes suelen requerir sólo un leve reposo en casa y podrán retomar la actividad normal después de un corto período de tiempo. Además, la mayoría de estos tratamientos son 100% ambulatorios y no requieren hospitalización.