Enfermedad de Ojo Seco: síntomas, tratamiento y complicaciones
La Enfermedad de Ojo Seco (EOS) es una condición más común de lo que se alcanza a imaginar, ya que es más que la falta de lágrimas.
Generalidades de la EOS
La Enfermedad de Ojo Seco es una patología compleja que tiene múltiples causas, asociaciones y síntomas, lo que la convierte en una de las enfermedades por las que más se consulta al Oftalmólogo.
Es una condición que ocurre cuando las lágrimas son incapaces de mantener una adecuada lubricación de la Superficie Ocular (compuesta principalmente por la Córnea y la Conjuntiva). Esta incapacidad se da porque no se produce la suficiente cantidad de lágrimas o éstas no son de buena calidad y se evaporan fácilmente.
La mayoría de las personas que experimenta esta enfermedad presentan un deterioro en su calidad de vida, ya que los síntomas los limitan para sus labores diarias como leer, usar un computador, ver televisión, estudiar o trabajar.
La enfermedad tiende a ser crónica, con periodos de mayor intensidad de los síntomas y en ocasiones, se necesita sustitutos de lágrimas (lágrimas artificiales) por un largo periodo.
Los tratamientos actuales mejoran la calidad de la lágrima natural, recuperan el bienestar ocular y permiten que los pacientes lleven a cabo sus actividades diarias sin utilizar lágrimas artificiales o usándolas con menor frecuencia.
Síntomas de la EOS
Suelen ser diversos y varian entre una persona y otra. Los más comunes y que generalmente se presentan en ambos Ojos son:
- Sensación de ardor, quemazón o picazón frecuente
- Ojos rojos
- Sensación de tener arenilla o cuerpo extraño en los Ojos
- Lagrimeo frecuente (que ocurre de forma compensatoria)
- Sensibilidad a la luz
- Intolerancia a los lentes de contacto
- Sensación de cansancio visual o intolerancia a las pantallas de computadoras o dispositivos móviles
- Visión Borrosa intermitente (mejora con el parpadeo)
- Sensación de peso en los párpados o necesidad de cerrar los ojos o parpadear frecuente y voluntariamente
¿Por qué se produce la EOS?
La falta de lágrimas en los Ojos puede ocasionarse por dos mecanismos que tienen diferentes causas:
1- Ojo Seco Acuoso Deficiente: la disminución en la producción de las lágrimas puede ser por edad, daño directo de la Glándula Lagrimal por inflamación o irradiación, Enfermedades Crónicas (Diabetes, Artritis Reumatoidea, Lupus, Escleroderma, Síndrome de Sjögren, Disfunción de Tiroides y deficiencia de vitamina A), uso de algunos medicamentos (antihistamínicos, descongestionantes, terapia hormonal de reemplazo, antidepresivos, antihipertensivos, fármacos para el Acné) o por haberse sometido a una Cirugía Ocular con Láser (LASIK), ya que debido al corte de las terminales nerviosas de la Córnea se pierde de forma temporal el reflejo para estimular lágrimas
2- Ojo Seco Evaporativo: la evaporación de las lágrimas es la causa más común, se estima que cerca del 80% de las personas que padecen Ojo Seco tienen este mecanismo de inicio. La evaporación de la lágrima ocurre cuando la capa grasa u oleosa de la lágrima es escasa o de mala calidad. La falla se encuentra en las Glándulas de Meibomio que la producen, las que se encuentran en los bordes de los párpados, tanto superiores como inferiores. Se da por enfermedades palpebrales que alteran la producción adecuada de la secreción grasa o lipídica que compone la capa oleosa de la lágrima, las cuales pueden ser anatómicas, funcionales, inflamatorias, infecciosas o degenerativas. Así mismo, ocurre por la disminución en la frecuencia del parpadeo o un parpadeo incompleto (uso prolongado de computadora o pantallas digitales) y por permanecer largo tiempo en condiciones ambientales adversas con baja humedad como aire acondicionado o calefacción
Tratamiento de la EOS
Existe una amplia gama de opciones terapéuticas para el manejo de la EOS. El tipo de tratamiento y su duración dependen del tipo de Ojo Seco que se presente y de la causa principal. La mayoría de los tipos de Ojo Seco son de carácter crónico, por lo tanto, el tratamiento no es una cura definitiva, sino que tiene como objetivo el control de la enfermedad. Dentro de las opciones terapéuticas se encuentran:
- Sustitutos de lágrimas (lágrimas artificiales)
- Antinflamatorios tópicos
- Ungüentos lubricantes
- Inmunosupresores tópicos
- Tapones de puntos lagrimales
- Derivados hematológicos
- Ácidos grasos Omega 3 y 6 (2:1)
- Microblefaroexfoliación (para el manejo de la Blefaritis asociada a Ojo Seco)
- Termoterapia (Blephasteam, Lipiflow, iLux entre otros para estimulación de Glándulas
- de Meibomio)
- Luz Pulsada Intensa (IPL) para la disfunción de Glándulas de Meibomio y Rosácea Ocular asociada a Ojo Seco
- Neuroestimulador lagrimal (True Tear)
Complicaciones de la EOS
Las personas que padecen la Ojo Seco y no reciben un tratamiento adecuado pueden desarrollar:
- Infección Ocular: la falta de lágrimas favorece la infección, debido a que la lágrima es uno de los principales mecanismos de protección de los Ojos frente a microorganismos externos. Al faltar lágrimas, también habrá escases de componentes y enzimas protectoras
- Daño de la Superficie Ocular: la enfermedad puede evolucionar a formas más severas provocando un estado de inflamación crónica de los Ojos, daño en la Córnea, los Párpados y compromiso visual
- Disminución en la calidad de vida: puede ser incómodo y difícil realizar tareas o actividades de la vida diaria como leer, conducir, estar al aire libre o utilizar el computador. En ocasiones, las molestias son tan severas que algunos individuos se restan de actividades sociales para evitar los Ojos rojos, el lagrimeo reflejo y el ardor o Dolor Ocular en ambientes no favorables
Si sospecha la presencia de Ojo Seco lo recomendable es no automedicarse. Las gotas de venta libre en la farmacia para Ojo Rojo no ayudan, incluso pueden empeorar los síntomas a largo plazo, ya que tienen preservantes dañinos para la Superficie Ocular (cloruro de benzalconio o BAK) y no tienen propiedades lubricantes. Incluso existen lágrimas artificiales en el mercado de muy baja calidad (también con preservantes nocivos) los cuales ofrecen un alivio muy transitorio y deterioran la Superficie Ocular con su uso crónico.
Lo ideal es consultar a un Oftalmólogo con experiencia en el diagnóstico y manejo de Ojo Seco para que indique el tratamiento adecuado según cada caso.