Enfermedad de Parkinson: Diagnóstico y tratamiento más común
El diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson es principalmente clínico, basado en criterios que toman en cuenta la presencia de síntomas cardinales.
Sin embargo, existen estudios de imagen como la Resonancia Magnética o la Tomografía por Emisión de Positrones que ayudan a descartar otras enfermedades que causan síntomas similares.
En la actualidad, no existe ninguna medida que pueda prevenir o detener el desarrollo de la Enfermedad de Parkinson. Existen varias investigaciones alrededor del mundo sobre los tratamientos que buscan atacar los procesos que llevan a la degeneración. Los principales esfuerzos se concentran en la producción de medicamentos que actúan en la vía de la dopamina o los moduladores de la inflamación. Otros cuantos están enfocados en el desarrollo de neuronas para suplir las que se pierden en el proceso de la enfermedad.
Síntomas
La Enfermedad de Parkinson se manifiesta a través de una variedad de síntomas motores y no motores. Entre los síntomas motores más comunes se incluyen:
- Temblor en reposo: Un temblor involuntario que generalmente comienza en las manos y se intensifica en reposo
- Bradicinesia: Lentitud en los movimientos voluntarios
- Rigidez muscular: Aumento de la resistencia muscular, lo que puede causar dolor y limitar el rango de movimiento
- Inestabilidad postural: Dificultad para mantener el equilibrio y coordinación, lo que aumenta el riesgo de caídas
Además, existen síntomas no motores que pueden afectar significativamente la calidad de vida, tales como:
- Trastornos del Sueño: Insomnio, movimientos involuntarios durante el sueño y trastornos del sueño REM
- Disfunción autonómica: Problemas digestivos, Hipotensión Ortostática y Disfunción Urinaria
- Trastornos cognitivos y del estado de ánimo: Depresión, Ansiedad, y en etapas avanzadas, Demencia
Agonistas de la dopamina y levodopa: tratamientos médicos
El tratamiento de la Enfermedad de Parkinson se basa en el control de los síntomas a través de suplementos de la dopamina, transmisores neuronales y medicamentos como parches transdérmicos o infusiones. Cuando la enfermedad y los efectos adversos de los medicamentos deterioran la calidad de vida de las personas con Parkinson, se recurre a distintas alternativas como las Terapias Dopaminérgicas o la Cirugía de Colocación de Neuromodulador (Marcapasos Cerebral).
Otros medicamentos utilizados en el tratamiento de esta enfermedad son los antagonistas dopaminérgicos que estimulan la vía dopaminérgica y mejoran la coordinación de movimientos. Uno de los medicamentos más conocidos es la levodopa, el cual es un medicamento potente y efectivo contra los síntomas de la Enfermedad de Parkinson.
Los anticolinérgicos se utilizan también para controlar los temblores en los pacientes más jóvenes, mientras que la amantadina se indica para controlar las complicaciones como los movimientos involuntarios que aparecen al utilizar dosis altas de levodopa.
Finalmente, medicamentos como la selegilina o rasagilina permiten ahorrar la dopamina que se produce internamente o mejorar el rendimiento de lalevodopa que se administra externamente.
Rehabilitación física y terapia con cirugía: alternativas paralelas
La actividad física es una piedra angular en el manejo de pacientes con Parkinson, ya que permite mejorar y mantener la movilidad corporal para hacer más eficaz el tratamiento médico. En el caso de personas con una enfermedad avanzada es necesaria una Terapia de Rehabilitación que incluya trabajo en un gimnasio para mejorar la marcha, los arcos del movimiento y el equilibrio.
Por otro lado, el tratamiento quirúrgico de la Enfermedad de Parkinson es una realidad que ha cambiado la vida de miles de personas alrededor del mundo. Existen distintas cirugías que van desde el tratamiento de lesiones en áreas estratégicas dañadas por la enfermedad hasta la colocación de células madre, Factores de Crecimiento o genes para suplir la pérdida de neuronas.
Actualmente, la Neuromodulación o Estimulación Cerebral Profunda es el procedimiento que da los mejores resultados y se ha utilizado de forma rutinaria desde la década de 1990. Para su ejecución, se requiere del trabajo multidisciplinario de un equipo especializado para una correcta selección de las personas candidatas y una intervención quirúrgica exitosa.