Enfermedades de la Tiroides: Síntomas, tratamientos y prevención

La Tiroides se encarga de producir hormonas necesarias para satisfacer las necesidades que tienen los diversos tejidos del cuerpo, regulando el metabolismo de los distintos órganos.

De esta manera, procesos como la Digestión, la producción de energía o el funcionamiento del Sistema Cardiovascular, se producen de manera más eficiente y coordinada.

¿Cómo es la liberación de hormonas?

La síntesis de hormonas se produce en la Célula Folicular Tiroidea. Para ello, se requiere el aporte de Yodo proveniente de la dieta. La célula capta este elemento desde el torrente sanguíneo y lo incorpora.

Con ello, se forman dos hormonas llamadas Triyodotironina (T3) y Tiroxina (T4), que son liberadas a la sangre. Este proceso es regulado por la Tirotropina u Hormona Estimulante de la Tiroides (TSH), producida en la Hipófisis (Cerebro).

Enfermedades de la Tiroides: Hipertiroidismo e Hipotiroidismo

Las enfermedades que afectan a esta glándula pueden afectar dos aspectos: su función, su morfología o ambas.

Del punto de vista funcional, la producción de hormonas puede estar disminuida o aumentada. En relación a su arquitectura, las afecciones que pueden presentarse van desde una Agenesia, Atrofia o Crecimiento Anormal, siendo esta última la condición más frecuente, denominada Bocio.

El Hipertiroidismo es un estado patológico de la Glándula Tiroides, en donde se produce un aumento en la síntesis y liberación de hormonas a la sangre.

Las principales causas que producen esta condición son:

• Enfermedad de Basedow Graves
• Nódulos Hiperfuncionantes
• Tiroiditis

Asimismo, el Hipotiroidismo es un estado patológico de la Tiroides, en el que se produce un déficit en la producción y liberación de hormonas y, como consecuencia, insuficiente llegada de ellas a los distintos órganos de nuestro cuerpo. Esto produce una alteración progresiva del metabolismo interno.

Diagnóstico de las enfermedades de la Tiroides

En general, la Tiroides debe estudiarse del punto de vista de su función y su arquitectura.

Inicialmente, el examen clínico podrá hacer sospechar alguna afección, si se presentan algunos síntomas o signos de Hipo o Hipertiroidismo en la evaluación o también si se presenta un aumento de volumen en la región anterior del cuello originado en la Tiroides.

Para confirmar estos hallazgos, se realiza el Estudio de Función Tiroidea con exámenes de laboratorio a través de una muestra de sangre que medirá los valores de las distintas hormonas en el cuerpo.

Una vez realizado, se podrá concluir si el paciente presenta un estado de Hipotiroidismo (bajo nivel de hormonas), Hipertiroidismo (exceso de hormonas) o Eutiroidismo (hormonas en rangos normales).

Posteriormente, en cuanto a la arquitectura o morfología, siempre se deberá iniciar su evaluación con una Ecografía Tiroidea. A partir de ella, podrán detectarse enfermedades como el Bocio, que refleja un crecimiento anormal, pudiendo corresponder en algunos casos a un Cáncer.

Además, podrá complementarse el estudio con una Tomografía Computada o una Resonancia Magnética de Cuello, en caso de la presencia de un Bocio que se extiende hacia el tórax o un Cáncer que infiltra tejidos contiguos en el cuello.

Cáncer de Tiroides

El Cáncer de Tiroides se produce por una proliferación anormal de células dentro de la glándula. Este fenómeno puede presentarse de manera aleatoria, es decir, sin una causa aparente identificable, pero también pueden existir condiciones que ayuden a desencadenarlo.

La historia familiar o la herencia ha sido consignada como un factor predisponente y existente en algunos casos. Sin embargo, en la mayoría de ellos, no está presente el antecedente.

Por otro lado, la radiación ionizante es un factor de riesgo conocido para su desarrollo, especialmente en los niños, cuya glándula es más vulnerable a esta exposición. Esta condición, aumenta el riesgo de presentar un Carcinoma Diferenciado.

Así mismo, una alimentación deficitaria en aporte de yodo, se ha asociado a Carcinomas Foliculares y Anaplásicos (Indiferenciados). Por último, las mujeres se ven más afectadas por esta patología, desarrollando cáncer 2 a 3 veces más que el hombre.

Causas y síntomas del Cáncer de Tiroides

Las formas de presentación de este Cáncer, pueden ser de distinta índole. En muchos casos, es asintomático, es decir, no provoca ninguna molestia en el paciente. En otros casos, por un examen realizado por otro motivo, se identifica un nódulo en la glándula, de manera incidental. De los nódulos tiroideos, el 5-10% son un Carcinoma.

Una ecografía del cuello, realizada ya sea por un ganglio aumentado de tamaño, por una inflamación de una glándula salival o por una enfermedad en las carótidas, representa uno de los exámenes habituales donde podría encontrarse este padecimiento.

Otros exámenes de imagen que pueden revelarlo son una Tomografía Computada de Tórax o un PET CT, en controles por algún otro Cáncer del organismo.

En otras ocasiones, el Cáncer si puede presentar síntomas o signos clínicos. Uno de ellos puede ser el aumento de volumen en la zona anterior y central del cuello, conocido como Bocio.

La presencia de un aumento de volumen en la zona lateral del cuello, pudiera hacer sospechar un ganglio aumentado de tamaño, que corresponda a una Metástasis Regional.

Por otro lado, alteraciones de la voz por compromiso del nervio laríngeo recurrente, dificultad para tragar o molestias para respirar, podrían reflejar el crecimiento de la masa tumoral, condición que hace sospechar de un estadio localmente más avanzado.

¿Cómo se desarrolla el Cáncer de tiroides?

Todos los tumores poseen 3 instancias en las que potencialmente pueden desarrollarse. Estas son:

• El órgano en dónde se originan
• Los ganglios que se encuentran cercanos a ese órgano
• Otros órganos que se encuentren a distancia

Dentro de los Cánceres Tiroideos, existen varios tipos, sin embargo, el Cáncer diferenciado, que es el más frecuente, en la mayoría de las veces es de un pronóstico bastante alentador. Su sobrevida a 10 años es de un 90-95%.

Este tipo de cáncer, en general avanza de manera más lenta y menos agresiva que otros, por lo que, una vez detectado, entrega buenas posibilidades de un tratamiento con cura definitiva.

De esta forma, será fundamental, al momento de su diagnóstico (habitualmente realizado por una Ecografía Cervical seguida de una punción con aguja fina) realizar un adecuado proceso de estadificación, con la finalidad de establecer en qué etapa se encuentra la enfermedad, descartando o confirmando si existe compromiso de ganglios u órganos a distancia y así planificar el tratamiento más correcto para cada paciente.