Espondilitis anquilosante, información para el paciente (parte 2)
La meta del tratamiento de la espondilitis anquilosante es el aliviar los síntomas del paciente y ayudarle a realizar sus actividades cotidianas.
Dr. Sergio Vicente Maldonado Garza
Diagnóstico de espondilitis anquilosante
No hay ninguna prueba que puede decir si usted padece de espondilitis anquilosante pero su doctor o enfermera deben ser capaces de decirle si la tiene al enterarse de sus síntomas, hacerle exámenes y realizar pruebas de imagen para evaluar sus huesos y articulaciones.
¿Qué hacer para sentirme mejor?
Puede reducir la posibilidad de que su condición cause problemas si deja de fumar, si fuma y padece de espondilitis anquilosante puede hacer más probable que padezca de problemas respiratorios. Hacer ejercicio puede ayudar a prevenir la rigidez causada por la enfermedad, siga las instrucciones de su doctor para ejercitarse y estirarse. El consumir mucho calcio y vitamina D puede ayudar a evitar que se debiliten sus huesos. También puede utilizar una almohada delgada para evitar problemas en el cuello.
Tratamiento
El tratamiento depende de sus síntomas y de qué tan severa es su condición. La meta del tratamiento es el aliviar sus síntomas, ayudarle a realizar sus actividades normales y evitar que su condición cause otros problemas.
El ejercicio es una parte importante del tratamiento. Algunas personas trabajan con un terapeuta físico (experto en ejercicio) para aprender la mejor manera de ejercitarse. Debe de realizar estiramientos y ejercicios leves para fortalecer sus músculos. Es especialmente importante que trabaje en su postura, esto porque la espondilitis anquilosante puede causar una postura jorobada.
La espondilitis anquilosante puede dificultar tareas simples como el vestirse, levantarse de una silla y mirar de lado a lado. Puede que necesite ayuda de su familia y amigos.