Estrés: La enfermedad del siglo XXI
Existen distintos tipos de Estrés según la causa. Algunos de los factores detonantes de este malestar son el trabajo, la vida en las grandes ciudades, condiciones anormales de vida, violencia e inseguridad.
El Estrés es considerada la enfermedad del siglo ya que existen múltiples factores que pueden desarrollarlo y, en ocasiones, son detonantes de enfermedades mentales severas. Para evitar las complicaciones, es necesario acudir con una persona especialista que brinde un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento enfocado en las necesidades del paciente.
La prevención consiste en llevar una vida tranquila y ordenada
En general, llevar una vida y ordenada es la receta que todas las personas recomiendan para prevenir el Estrés. Las sugerencias principales están enfocadas en la adopción de hábitos saludables como realizar actividad física, evitar el consumo de sustancias tóxicas, mantener una organización en las actividades cotidianas y no exceder la capacidad laboral.
La prevención del Estrés es fundamental para garantizar una salud y calidad de vida óptima. Otras formas de evitar esta afección es tener una buena higiene del sueño y practicar técnicas de relajación como yoga o técnicas de respiración profunda.
Consecuencias médicas del Estrés
El Estrés Crónico es una respuesta prolongada y persistente del cuerpo ante factores específicos. Esta condición se caracteriza por tener graves repercusiones en la salud física y mental de la persona. Si no se gestiona adecuadamente, el Estrés Crónico puede contribuir al desarrollo de enfermedades graves, por ejemplo:
- Trastornos Cardiovasculares: Aumento de la presión arterial y desarrollo de Hipertensión Arterial y Enfermedades Coronarias
- Problemas Gastrointestinales: Síndrome de Intestino Irritable (SII), Úlceras, Gastritis, Colitis
- Trastornos del Sueño: Insomnio, Fatiga
- Problemas de Salud Mental: Depresión, Ansiedad, problemas de concentración y falta de atención
Cuándo es necesario acudir a una intervención psicológica
El Estrés es una condición que pocas personas pueden gestionar de manera saludable. En esos casos, es necesario acudir a una valoración y atención por parte de una persona especialista en Psicología o Psiquiatría, según el caso. Cuando el Estrés causa síntomas como Ansiedad, Insomnio o Irritabilidad que persiste y afecta la vida diaria, es una señal de alarma para acudir con un especialista.
Es necesario tratar el Estrés cuando este interfiere con las actividades cotidianas como el trabajo, estudio o las relaciones interpersonales. Estas situaciones pueden causar un sentimiento de vergüenza, infelicidad e incapacidad para su gestión.
Cambio de estilo de vida, fundamental para combatir el estrés
El tratamiento básico del Estrés consiste en adquirir hábitos saludables como llevar una dieta equilibrada, realizar ejercicio de manera regular, tener una buena higiene del sueño, entre otros. Además, la intervención se puede complementar con una Terapia Cognitivo-Conductual que permite identificar y cambiar patrones de pensamiento que son detonantes del Estrés.
Otras formas de tratar esta afección es con Terapias de Relajación y, en casos específicos, el consumo de medicamentos como ansiolíticos o antidepresivos. Es importante que la persona sepa que no es necesario estar con preocupaciones, con necesidades de ser perfectos o de ser el mejor en todo. Realizar cambios específicos en nuestra rutina diaria son suficientes para percibir una mejor calidad de vida y un buen estado general de salud.