Fertilización in Vitro (FIV): indicaciones y grado de éxito
La Fertilización in Vitro (FIV) es una técnica de Reproducción Asistida en la que se intenta crear un blastocisto en el laboratorio.
Para hacer un procedimiento de Fertilización in Vitro, se necesitan espermatozoides y ovocitos fuera del cuerpo. El proceso comienza estimulando los ovarios de la mujer con hormonas para hacer crecer varios folículos, en lugar de uno solo. Posteriormente, se realiza una cirugía ambulatoria para extraer los ovocitos a través de una aguja vía transvaginal, sin requerirse la vía abdominal.
Estos ovocitos se llevan al laboratorio, donde se pueden combinar con espermatozoides para realizar la Fertilización. Después de 5-7 días se desarrollan los blastocistos, que son embriones viables para ser transferidos al cuerpo de la mujer, permitiéndole lograr el Embarazo.
¿Cómo saber si soy la indicada?
La pareja debe someterse a un estudio completo para saber si es indicada para este proceso. Las indicaciones principales son:
- Falta de permeabilidad en las tubas uterinas
- Factores masculinos, como espermatozoides débiles o poco móviles
- Endometriosis
Técnicas principales
Se elige entre dos técnicas principales: la Inseminación Intrauterina y la Fertilización in Vitro, dependiendo de la complejidad y el perfil de la pareja.
En casos excepcionales, cuando la mujer no tiene ovocitos o el hombre no tiene espermatozoides, se puede recurrir a la Donación de Ovocitos o Semen. La FIV se ha vuelto más accesible con la evolución tecnológica, permitiendo tratamientos más personalizados.
¿Cuál es el grado de éxito?
La tasa de éxito en la Fertilización In Vitro (FIV) varía significativamente y depende en gran medida de la edad de la mujer y su reserva ovárica. A los 30 años, se podría necesitar un menor número de ovocitos, alrededor de 8 a 10, para lograr un embarazo exitoso, mientras que a los 40 años, podrían requerirse 20 a 25 ovocitos. La elección de la Técnica de Reproducción Asistida se basa en estos factores.
Si una mujer tiene una buena reserva ovárica, se puede recomendar la FIV, estimulando el crecimiento de los ovocitos y extrayéndolos posteriormente. Las tasas de éxito pueden alcanzar hasta un 85%, especialmente con embriones de alta calidad y un endometrio receptivo. Sin embargo, también pueden haber tasas más bajas, alrededor del 20-25%, si la pareja parte de una mala reserva ovárica o enfrenta otras condiciones como la endometriosis.
En una primera consulta, se ayuda a las parejas a comprender cuál podría ser su "número" en términos de éxito en la FIV. Es esencial considerar las numerosas causas de posibles fallas, que pueden ser tanto relacionadas con la mujer (ovocitarias), el hombre (espermáticas) o incluso el endometrio que recibe al embrión. La enumeración y comprensión de estas causas ayudan a determinar el plan de tratamiento, ya sea en ese ciclo o en futuros tratamientos.
La FIV no sólo depende de las decisiones médicas, sino también de la calidad del laboratorio de reproducción. Es crucial que los pacientes entiendan que la elección del laboratorio de Embriología desempeña un papel crucial en el éxito del tratamiento, más allá de estar satisfechos con sus médicos. El laboratorio es donde realmente ocurre la magia de la FIV.