Insomnio: Más que un problema para dormir, un riesgo para tu salud

Insomnio: Más que un problema para dormir, un riesgo para tu salud

Editado por: Jocelyn Gómez el 17/06/2024

¿Te cuesta conciliar el sueño o te despiertas con frecuencia durante la noche? Si experimentas estas dificultades de forma habitual, es posible que estés padeciendo Insomnio, un Trastorno del Sueño que afecta a millones de personas en todo el mundo.


Impacto de los pensamientos negativos y rumiaciones

Los pensamientos negativos y las rumiaciones juegan un papel muy importante en el desarrollo del Insomnio. Las preocupaciones y la tensión emocional dificultan la conciliación del sueño al impedir encontrar la paz y tranquilidad necesarias para dormir bien.

Cómo cambiar estos patrones de pensamiento

Para cambiar estos patrones de pensamiento, es recomendable acudir a Psicoterapia y adquirir herramientas para combatir el Estrés. Identificar y cambiar los pensamientos negativos es esencial para mejorar la calidad del sueño.


Terapia Cognitivo-Conductual para el Insomnio

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es un tratamiento eficaz para el Insomnio. Este enfoque terapéutico ayuda a los pacientes a mejorar sus hábitos de sueño y cambiar su forma de pensar para que sea más funcional y propicia para dormir bien.


Es necesario que el paciente esté dispuesto a acudir a las sesiones regularmente y realizar las tareas asignadas para mejorar su situación, de otra forma, la Terapia no será efectiva.


Factores de riesgo

Es necesario tener en mente que el Insomnio no es hereditario, pero puede haber una predisposición genética. Factores como el Estrés, la Ansiedad y otros problemas de salud pueden contribuir al desarrollo de este Trastorno del Sueño.


Uso de medicamentos: Melatonina

La Melatonina es una hormona que regula el ciclo del sueño. Su consumo puede ayudar a conciliar el sueño y mejorar su calidad. Aunque es segura a corto y mediano plazo, es importante consultar a un profesional de la salud para determinar la dosis y duración adecuadas, especialmente si existe una condición médica preexistente.


Establecimiento de una rutina de sueño adecuada

Establecer una rutina de sueño es vital para mantener el ritmo circadiano (el reloj interno que tiene cada persona), lo que resulta en un sueño más reparador y una mayor sensación de descanso durante el día.


Para establecer una rutina de sueño saludable, es recomendable:

  • Horario regular: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días
  • Ambiente propicio: Mantener la habitación oscura, silenciosa y a una temperatura agradable
  • Evitar estimulantes: No consumir bebidas con cafeína ni comidas pesadas, hasta 2 o 3 horas, antes de dormir
  • Actividades relajantes: Leer, tomar un baño o practicar meditación antes de dormir
  • Limitar dispositivos electrónicos: Evitar el uso de pantallas antes de acostarse para no interferir con la producción de melatonina


Impacto de los factores ambientales

El ruido, la temperatura y la iluminación pueden afectar significativamente la calidad del sueño y contribuir al desarrollo del Insomnio. El ruido excesivo puede dificultar la conciliación y el mantenimiento del sueño, la iluminación artificial puede afectar la producción de melatonina y por lo tanto perjudicar la regulación el ciclo del sueño.


Mantener una temperatura ambiental de entre 18 y 22 grados Celsius y utilizar ropa de cama cómoda puede favorecer el descanso.


Deterioro Cerebral y el Insomnio

La falta crónica de sueño puede afectar el funcionamiento cerebral y aumentar el riesgo de Problemas Cognitivos y Neurodegenerativos. Es necesario abordar el Insomnio de manera temprana para prevenir estos efectos.

Reversibilidad del Insomnio

En algunos casos, es posible revertir los efectos del Insomnio mediante cambios en el estilo de vida y la implementación de buenos hábitos de sueño.


Evaluación de la efectividad del tratamiento

Evaluar el progreso y la efectividad del tratamiento psicológico para el Insomnio requiere un enfoque integral que incluya la monitorización de los patrones de sueño, cuestionarios específicos, evaluación de síntomas asociados y retroalimentación del paciente.


Estrategias no farmacológicas para el Insomnio

Además de los fármacos, existen varias estrategias para mejorar la calidad del sueño:

  • Terapia Cognitivo-Conductual: Cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos que contribuyen al Insomnio
  • Técnicas de relajación: Meditación, respiración profunda y mindfulness para reducir la tensión
  • Rutinas de sueño saludables: Mantener horarios regulares y un ambiente propicio para el sueño, así como evitar siestas prolongadas durante el día, para mejorar la calidad del descanso
  • Psicoterapia Individual: Abordar problemas subyacentes como el Estrés, la Ansiedad o la Depresión


El Insomnio puede ser un desafío significativo, pero con las estrategias y tratamientos adecuados, es posible mejorar la calidad del sueño y, por ende, la calidad de vida.

Psicología en Las Condes