Más allá de la imagen: Explorando la realidad de los Trastornos Alimenticios

Más allá de la imagen: Explorando la realidad de los Trastornos Alimenticios

Editado por: Amairani Rua el 31/10/2024

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria presentan experiencias emocionales de sufrimiento que frecuentemente son vividas en silencio y de forma solitaria por los adolescentes que los padecen.

 

Signos más comunes de los Trastornos Alimentarios y cuándo buscar ayuda

En el caso de la Anorexia, puede presentarse un control excesivo de la ingesta de comida, miedo excesivo a aumentar de peso, una imagen corporal distorsionada, y enfermedades y problemas de salud asociados a la baja ingesta de alimentos. En el caso de la Bulimia, se presentan estas mismas preocupaciones, aunque a nivel conductual hay episodios de atracones (ingestas excesivas y repentinas de comida) y conductas purgantes (inducción de Vómito), aunque a veces las conductas purgantes no están presentes.


Impacto de los factores sociales y culturales en el desarrollo de los Trastornos Alimentarios en los adolescentes

Los factores sociales y culturales presentan una gran influencia en el desarrollo de Trastornos Alimentarios. Las imágenes de cuerpos “perfectos”, idealizados y poco realistas, difundidas ampliamente en redes sociales y medios televisivos, pueden generar una relación agresiva con el propio cuerpo. Esta influencia es particularmente nociva en el caso de mujeres, debido a los estereotipos de género que circulan en torno a cómo debe ser un cuerpo “femenino”. La influencia de estos estereotipos puede ser mayor dependiendo de la importancia que se les dé en la familia de origen de determinado sujeto, así como en el núcleo social que lo rodee.


Enfoques sobre la imagen corporal y la relación con la comida en los adolescentes

Para iniciar la conversación se adopta un enfoque de preguntar y escuchar primero, antes de introducir temáticas sin entender bien qué preocupaciones o intereses presenta determinado adolescente en relación a su cuerpo y su alimentación. Esto permitirá saber si es que hay una obsesión por la propia imagen o el peso corporal, o por la ingesta de comida. También se puede preguntar indirectamente, tomándose de algún comentario que pueda hacer el o la adolescente sobre el cuerpo de otras personas, o bien, se puede tomar algún comentario o anécdota que presente espontáneamente el o la adolescente, interesándose por ella para introducir el tema gradualmente y sin imponer.


A nivel de abordaje de las temáticas que puedan surgir, más que imponer una “relación sana” con el cuerpo o la comida, conviene acompañar a la adolescente en sus preocupaciones y en la búsqueda de soluciones saludables para dichas preocupaciones. Esto es de especial importancia considerando la tendencia oposicionista normal presente en la adolescencia, la que puede impedir que se escuche a un adulto cuando le habla de conductas “saludables”. En este sentido, es más efectivo fomentar una aceptación del propio cuerpo marcando límites de salud, pero acompañando y permitiendo dentro de los límites de lo saludable el cuidado de la alimentación y del cuerpo y su imagen. Escuchar y asistir la búsqueda de soluciones que equilibren las preocupaciones presentes con conductas saludables.


Papel que juega la educación en la prevención de los Trastornos Alimentarios en los jóvenes

Los contextos educativos juegan un papel relevante en la explicitación de los riesgos de la cultura de la imagen idealizada del cuerpo y en la difusión de las soluciones posibles frente a este contexto social. A través de la educación se pueden enseñar a reconocer ideales nocivos de modo que la influencia de estos sea menos directa y pueda ser vista con un sentido crítico por parte de los adolescentes. Además, se puede dar a conocer la existencia de canales de ayuda y tratamientos en caso de que alguien los necesite. Además, se puede ayudar a reconocer signos en personas cercanas que puedan presentar un trastorno de la conducta alimentaria, habilitando una red de apoyo.


Recursos y terapias disponibles para personas que padecen Trastornos Alimentarios

Hay diversos profesionales y canales de ayuda en caso de que se presenten Trastornos Alimentarios. La Psicoterapia es el tratamiento de primera línea para los Trastornos de la Conducta Alimentaria, pues permite abordar en un espacio de confianza las preocupaciones y representaciones que pueda tener una persona acerca de su propio cuerpo y sus hábitos alimenticios. Además, conversar con un Psicoterapeuta puede permitir la detección de otras necesidades de salud mental, como puede ser la asistencia psicofarmacología para hacer más soportables determinados síntomas en caso de estar presentes. En este último caso, se puede realizar una derivación psiquiátrica para evaluar el tratamiento farmacológico más indicado.


Formas de ofrecer apoyo emocional y práctico a pacientes con Trastornos Alimenticios

Es importante mantener una escucha activa, sin ser autoritarios, dando lugar a las preocupaciones que presente sobre sí mismo o misma el adolescente en relación a su alimentación o a su propio cuerpo. De este modo se pueden asistir en la búsqueda de soluciones, así como marcar algunos límites saludables en cuanto a la ingesta básica de alimentos o la limitación de ideas que puedan estar resultando nocivas para la autoimagen. Es importante asimismo ofrecer ayuda psicológica en caso de ser necesaria, entendiendo que hay temáticas que pueden ser abordadas más fácilmente con un profesional, tanto para padres y cuidadores como para los adolescentes.


Importancia de abordar los Trastornos Alimentarios desde una perspectiva Holística

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria presentan experiencias emocionales de sufrimiento que frecuentemente son vividas en silencio y de forma solitaria por los adolescentes que los padecen. La consideración de estas experiencias negativas permitirá brindar contención, compañía y asistencia emocional al adolescente que los necesite.


Cómo promover una relación saludable con la comida y el cuerpo desde una edad temprana

Se debe limitar la exposición a redes sociales y medios de comunicación en edades tempranas. En caso de que esta exposición exista, se puede ayudar a los niños y niñas a cuestionar las imágenes presentes, comentando, incluso bromeando, analizando y conversando con ellos de forma crítica las imágenes idealizadas presentes. Además, para promover una relación saludable con la comida y el cuerpo desde una edad temprana, se debe eliminar el lenguaje negativo acerca del propio cuerpo, evitar las dietas y restricciones asociadas a lo cosmético, y cultivar el placer de comer.


Consejos prácticos para desarrollar una mentalidad positiva hacia la alimentación y el cuerpo

Conviene desarrollar hábitos alimentarios que no se basen en la restricción, sino que más bien en la sustitución de comidas con un enfoque nutritivo y en la regulación de las cantidades más que a la renuncia de determinadas comidas. A nivel corporal, es de gran ayuda la práctica de actividades que no tengan como único objetivo el bajar de peso o mejorar la imagen corporal, sino que también brinden un espacio de placer y entretención y la posibilidad de experimentar una sensación de logro y realización personal.


Mensaje para aquellos que luchan con Trastornos Alimentarios y buscan una pronta recuperación

Es legítimo presentar conflictos respecto de la propia imagen corporal, y es comprensible que se llegue a medidas desesperadas para enfrentar dichos conflictos, los que suelen estar acompañados de experiencias emocionales difíciles y vividas en soledad. Por lo mismo, es importante rodearse de un círculo cercano que brinde apoyo y comprensión, así como buscar ayuda profesional.

Psicología en Providencia