Medidas de Higiene del Sueño
Las Medidas de Higiene del Sueño incluyen la implementación de rutinas en edades precoces de la vida, así como entender la importancia de dormir.
Las Medidas de Higiene del Sueño son un conjunto de acciones que se deben considerar para lograr que los niños tengan un sueño de buena calidad, que favorezca su desarrollo físico, emocional y social.
La importancia de dormir
Durante el sueño, el cerebro desarrolla funciones diferentes a las que realiza durante la vigilia. Dentro de ellas está la plasticidad (capacidad de que otras zonas del cerebro asuman funciones que correspondían a otra parte del cerebro que ha sido afectada) y el aprendizaje.
El ciclo sueño-vigilia (que en niños mayores de 6 meses y adultos tiene un ritmo circadiano) va cambiando en la medida que pasa el tiempo, y se regula por factores internos y externos. La importancia de adoptar las Medidas de Higiene del Sueño (factores externos) es favorecer que el cerebro pueda cumplir las acciones que ya se mencionaron.
¿Cuánto debe dormir cada bebé-niño?
Existen algunas variables individuales, pero en promedio de acuerdo a la edad es:
- Recién nacido: 16-17 horas al día
- 3 meses: 15 horas al día
- 1año: 13 horas al día (10 de noche + siestas 2-3 v/día)
- 1-3 años: 10-13 horas
- 4-5 años: 10-12 horas
- 6-8 horas: 11 horas
- 10-12 años: 9-10 horas
Datos para implementar una buena rutina de sueño
Tal como la rutina de las comidas, los horarios de dormir y despertar deben ser respetados.
Las señales dadas al niño deben tener relación con que en la mañana se está activo y en la noche hay calma, por lo tanto, se debe fomentar un ambiente propicio para que sea así. El uso de pantallas en las tardes, el exceso de actividad y la luminosidad evita que se pueda conciliar el sueño. Por el contrario, un ambiente calmo y relajado lo propicia, por ello debe tratar que la habitación esté adecuada en cuanto a temperatura, comodidad e incluso decoración.
Los consejos son:
- Desde los primeros días de vida, al llegar a casa, es importante que el bebé tenga su espacio en su cuna en la pieza de los padres sin compartir la cama con ellos
- Debe dormir las siestas en su cuna, no en la cama de los padres
- Cuando ya está más grande, debe dormir en su pieza y su cama, y no hacerlo dormir en otra cama y llevarlo dormido a su pieza
- Cuando ya duerme en su pieza, debe ayudarlo a quedarse dormido contándole una historia o un cuento, así como acompañarlo o consolarlo cuando sea necesario. Hablarle en voz baja
- La cena no debe ser muy cercana a la hora de dormir, tampoco administrar demasiados líquidos antes de acostarlo
- Evitar retarlo o discutir justo antes de irse a la cama y por el contrario conversar de cosas sencillas y simpáticas del día con los niños más grandes
- Si el baño los relaja, preferir el baño vespertino
¿Qué caracteriza el sueño de un bebé?
En los primeros meses de vida los ciclos son ultradianos, de corta duración y no se dan todos los estadios del sueño. Pasan fácilmente del sueño superficial al profundo. Hasta los 6 meses de vida pueden despertar varias veces en la noche, en especial para alimentarse.
No se recomienda despertar a un niño menor de 6 meses que está aumentando de peso adecuadamente con el propósito de "estimularlo". En cambio, es importante aprovechar los momentos en que el niño está despierto para interactuar con él y fomentar su desarrollo.
¿Qué ocurre cuando un bebé / niño no duerme las horas necesarias?
Su desarrollo puede no ser óptimo, ya que, el cerebro no puede realizar las funciones que ejecuta durante el sueño REM y NO REM como la consolidación de la memoria. Esto tendría repercusiones en el aprendizaje. El sueño no se trata sólo de un periodo de descanso. De hecho, el cerebro en este lapso, cumple otras funciones.
Además, otras acciones del cuerpo se ven afectadas por alterar la ritmicidad, en que muchas hormonas tienen su expresión máxima durante el día. Todos los seres vivos funcionamos en base a ritmos biológicos, lo que se ha denominado Cronobiología, que es la ciencia que demuestra los cambios que se generan en los seres vivos en términos de producción de hormonas, ritmos de sueño y otras variables biológicas en función del tiempo, por ejemplo, de las estaciones.
Ya desde el siglo XVIII se conocía este concepto, pues hay descripciones como la del botánico Linneo que mencionaba el reloj floral. Este hace referencia al comportamiento de diferentes especies de flores que “despiertan” y “duermen” con un patrón predefinido y reproducible en el tiempo (Reloj Floral de Linnio). Los ritmos biológicos en los humanos pueden ser ultradianos, circadianos o infradianos. El más conocido es el circadiano que se relaciona mucho con el patrón de ciclo sueño vigilia (CSV) y que hace referencia a lo que ocurre con periodicidad de 24 horas. Este ritmo circadiano de CSV es regulado por un reloj biológico ubicado en la glándula Pineal. Y se puede modificar con estímulos físicos y lumínicos. Por ello para mantener la periodicidad se necesita mantener horarios fijos pre-establecidos, como ocurre con las rutinas.