Menopausia: Una etapa natural en la vida de la mujer
La Menopausia también se asocia con el aumento de factores de riesgo para morbilidad futura, como los riesgos cardiovasculares y los cambios metabólicos.
Síntomas más comunes de la Menopausia
Durante la Menopausia, uno de los aspectos más específicos es lo que se conoce como inestabilidad vasomotora o sintomatología vasomotora. Estos síntomas incluyen los bochornos, que son similares a la sensación de abochornarse de vergüenza, y la sudoración, conocida como diaforesis.
Estos síntomas pueden manifestarse tanto durante el día como durante la noche, siendo estos últimos especialmente problemáticos debido a su interferencia con la calidad del sueño. Además, durante esta etapa, es común experimentar sequedad vaginal y molestias uroginecológicas debido a los cambios en los tejidos de la zona ginecológica.
Aparte de estos síntomas específicos, hay una variedad de otros que pueden aparecer, como:
- Dolores articulares
- Dolores musculares
- Sequedad ocular
- Taquicardia
- Cambios de ánimo
- Ansiedad
Si bien esta sintomatología es posiblemente asociada a la Menopausia, es más inespecífica. Lo que determina que pueda ser parte del síndrome climatérico es que estos síntomas aparezcan alrededor del momento del inicio de la irregularidad menstrual, marcando la transición a la Menopausia.
¿Cómo se pueden gestionar de manera sustentable?
La Menopausia también se asocia con el aumento de factores de riesgo para morbilidad futura, como los riesgos cardiovasculares y los cambios metabólicos. Esto subraya la importancia de abordar la salud de manera sostenible durante esta etapa, aprovechando la oportunidad para proyectar la salud futura de la mujer considerando factores genéticos y de riesgo emergentes.
Este enfoque busca prevenir futuras enfermedades y promover un envejecimiento activo y saludable, permitiendo que las mujeres lleguen a la edad mayor de manera autónoma e independiente, sin ser una carga para la sociedad.
Dieta y nutrición durante la Menopausia
La nutrición juega un papel crucial durante la Menopausia, ya que los cambios metabólicos pueden llevar a un aumento de peso, especialmente en la región central del cuerpo. Se recomienda una alimentación mediterránea rica en aceites vegetales, frutas, verduras de varios colores, carnes magras y lácteos para mantener la salud óptima durante esta etapa.
El ejercicio también es fundamental para contrarrestar los cambios metabólicos negativos y prevenir la pérdida de masa muscular asociada con la sarcopenia. Además, el ejercicio aeróbico ayuda a aumentar el gasto energético, mientras que el ejercicio de resistencia ayuda a mantener la masa muscular.
Opciones de tratamiento no farmacológico
La terapia hormonal de la Menopausia es altamente efectiva para aliviar los síntomas vasomotores y puede ayudar a contrarrestar los cambios metabólicos negativos. Además, los tratamientos complementarios, como la meditación y el yoga, pueden ser beneficiosos para algunas mujeres en la gestión de los síntomas.
¿Cómo afecta la Menopausia a la salud ósea?
En cuanto a la salud ósea, la Menopausia puede aumentar el riesgo de osteoporosis debido a la disminución de los niveles de estrógeno, lo que afecta la remodelación ósea y aumenta la resorción ósea. Por lo tanto, es importante mantener una ingesta adecuada de calcio a través de la dieta o suplementos, junto con la práctica regular de ejercicio para mantener la salud ósea.