Métodos anticonceptivos, elección para una vida sexual activa. Parte 1
Para la prescripción de métodos anticonceptivos habrá que analizar la historia clínica así como investigar enfermedades relacionadas, problemas de la circulación, si la persona fuma o si tiene obesidad; factores importantes a considerar.
Parte 1
Dr. Carlos Guillermo Maquita Nakano
Para valorar los métodos anticonceptivos, o bien, algunos otros métodos de planificación familiar en México, es necesario plantearse dos preguntas básicas. La primera tiene que ver con la sensibilidad, es decir, ¿qué tanto acceso tienen las parejas con vida sexual activa acceso o información a los métodos anticonceptivos?, la cual, actualmente es muy amplia. También se cuenta con mucha información en cuanto a los diferentes métodos. Sin embargo, la verdadera pregunta es saber si las personas quieren o no usarlos. Se sabe que, más del 90% de mujeres de entre 15 y 20 años, tienen la información, pero utilizan anticonceptivos menos del 5%.
El segundo cuestionamiento es ¿cómo elegir el método anticonceptivo adecuado?. Esto, porque la clasificación depende de varias cosas: de la aceptación del método (si una paciente quiere o no utilizar un método en específico); y de la frecuencia de sus relaciones, es decir, si tiene relaciones 2 veces al mes no se le va a recomendar el mismo dispositivo que si tiene relaciones 3 veces por semana. En general, el método puede cambiar porque la posibilidad de embarazo es más alto.
Prescripción de métodos anticonceptivos y la historia clínica
Para la prescripción de métodos anticonceptivos habrá que analizar la historia clínica así como investigar enfermedades relacionadas, problemas de la circulación, si la persona fuma o si tiene obesidad; factores importantes a considerar. Esto quiere decir que una paciente que tiene más de 30 años, es obesa y fuma, y se le recomienda un método hormonal, se le está condenando a un infarto o a una trombosis segura. Elegir el método no es tan sencillo, se debe acudir con el médico, con el Ginecólogo, para se haga el diagnóstico y, a partir de eso, se conozca el comportamiento sexual de las parejas interesadas. Es así como se pueden recomendar diferentes métodos.