Parto Respetado: el proceso del Parto es decisión de la madre
El Parto Respetado, conocido también como Parto Humanizado ha ganado relevancia en el ámbito de la atención maternal y neonatal, ya que permite que el proceso de Parto siga su evolución natural, y además busca empoderar a las mujeres para tomar todas las decisiones relacionadas con el proceso.
El Parto Respetado tiene como objetivo minimizar que se realicen intervenciones médicas innecesarias; busca que la madre experimente el proceso del Parto de la forma "más natural". Esta aproximación ofrece una mayor intimidad entre la madre, el padre y el equipo médico, lo cual conlleva una serie de beneficios tanto para la madre como para el recién nacido.
Toma de decisiones
Un aspecto fundamental del Parto Respetado es el empoderamiento de la madre, dándole la libertad de tomar decisiones relacionadas con las intervenciones que se realizan durante el Parto. Esto no sólo se enfoca en los beneficios clínicos, sino en el derecho de la madre a elegir lo que considera más adecuado para ella y su bebé. La toma de decisiones se convierte en un componente clave para evitar la vulnerabilidad de la madre durante un período tan crucial y que en algunas ocasiones se ha considerado como violencia obstétrica, un problema que afecta a muchas mujeres durante el proceso de parto. Al permitir que la madre tome decisiones y tenga un mayor control sobre su experiencia de Parto, se busca garantizar que se sienta respetada y apoyada en todo momento.
Beneficios para la madre y el bebé
En el Parto Respetado no sólo beneficia a la madre, sino también al recién nacido. Se ha demostrado que este tipo de Parto reduce la incidencia de dificultades respiratorias en el bebé y promueve un vínculo afectivo más sólido entre la madre y el recién nacido. Además, la madre tiene la oportunidad de apegarse inmediatamente a su bebé, lo que resulta en un trato más cálido y significativo en los primeros minutos de vida.
Desde el punto de vista médico, el Parto Respetado implica un cambio de enfoque, reconociendo que el Parto no es una experiencia propia del personal médico, sino de la madre. El equipo médico se compromete a asegurarse de que la madre se sienta cómoda y tenga la libertad de elegir su posición, su entorno y otros aspectos del parto, estableciendo una comunicación efectiva entre la madre y el equipo de atención.
Asimismo, se minimiza la intervención médica innecesaria, como la administración de citocina o epidural, a menos que sea necesario. Se permite a la madre caminar, elegir su posición de Parto, la música y otras preferencias personales.
La pareja desempeña un papel fundamental en el proceso, brindando apoyo emocional y participando en la toma de decisiones. La pareja puede ser un acompañante significativo y estar presente durante todo el proceso.