Pie Plano: ¿Cuándo se considera una patología?
Cuando se aborda el tema del Pie Plano en la especialidad infantil, es esencial comprender que el Pie Plano laxo y flexible no es una patología, sino que es una condición fisiológica normal en los niños.
El Pie Plano, puede observarse hasta los 10 años, se caracteriza por la falta de un arco bien definido al caminar, pero se forma al elevar el pie o cuando el niño está sentado.
Diferencia entre Pie Plano Fisiológico y Patológico
Como se mencionó, el Pie Plano Fisiológico no es una enfermedad. Su característica se basa en la flexibilidad, ya que al levantar el pie o colgarlo al sentarse, se forma un arco. Este tipo, por lo general no causa molestias, aunque en algunos casos, especialmente en niños con Sobrepeso, podría haber molestias leves.
El Pie Plano podría ser un síntoma de algunas enfermedades relacionadas con los pies. El Pie Plano Patológico es aquel que persiste, se vuelve rígido, causa dolor y termina requiriendo de una cirugía.
Pueden existir causas neuromusculares o que sea debido a tendones acortados, lo que contribuye al Dolor.
Evaluación y diagnóstico
Es común que muchas madres consulten por el Pie Plano de sus hijos, preocupadas por posibles molestias o cansancio. Esta consulta suele ser más frecuente en niños más grandes, cuando el Pie Plano tiene alguna causa subyacente.
La principal causa de consulta que manifiestan las madres es porque los pequeños se cansan mucho al caminar. En la evaluación, se observa cómo se desarrolla el arco del pie al caminar y se utilizan herramientas como el podoscopio para mostrarle a la madre la condición del Pie. Adicional se piden Imágenes Radiológicas del Pie.
Por ejemplo, cuando existe Pie Plano grado cuatro, que se clasifica según la huella que deja al pisar, y no muestra un arco normal, es importante determinar si es flexible, rígido, o si hay retracción de tendones. Si es doloroso al movilizarlo y al caminar, y muestra una deformidad real, es porque existe una patología que requiere atención y control.
Tratamientos
En el caso de Pies Planos flexibles y no dolorosos en niños pequeños, generalmente no se requiere tratamiento, la observación y el seguimiento son suficientes, ya que la mayoría mejora espontáneamente.
En algunos casos, especialmente cuando hay condiciones neuromusculares o deformidades más severas, se pueden considerar plantillas y tratamientos conservadores. Sin embargo, su utilidad es limitada, y no suelen ser la solución definitiva. Proporcionan un alivio temporal solamente.
En cuestión del calzado, se puede recomendar un calzado adecuado, como zapatillas deportivas con un pequeño tacón que compense y alivie el Dolor.
Finalmente, para casos de Pie Plano Patológico severo y doloroso, la cirugía es la opción de tratamiento más efectiva. Es una solución definitiva para los casos de pies planos que presentan rigidez debido a barras tarsales u otras causas. En muchos casos, los pacientes, al llegar a la edad adulta, comienzan a experimentar molestias y deformidades asociadas con la carga inadecuada en las articulaciones, lo que puede desencadenar dolor y Artrosis.
Es importante destacar que la sobrecarga sobre estas deformidades puede generar consecuencias significativas en la vida diaria, y es común que la cirugía se convierta en la opción principal para aliviar el dolor y corregir la deformidad de manera permanente. Aquellos pies que fueron dolorosos durante la adolescencia encuentran en la cirugía una solución definitiva y duradera, proporcionando alivio y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Se pueden utilizar diferentes técnicas, como elongación de tendones y colocación de prótesis u osteosíntesis metálicas. Algunos de estos elementos pueden retirarse después de un tiempo, una vez que los tendones han sido elongados y el pie ha alcanzado su corrección completa.
Existen también cirugías más complejas y agresivas, especialmente diseñadas para pies más deformados, pero la gran mayoría de los casos, especialmente en pies normales sin problemas neurológicos, pueden corregirse de manera efectiva con cirugías convencionales, conocidas como Artrodesis.
¿Afecta en la vida diaria?
La afectación en la vida diaria de los pacientes es notable, especialmente en niños que disfrutan del deporte, como el fútbol. La retracción del tendón de Aquiles puede provocar dolor en la planta del pie, la fascia, el talón y el propio tendón. Este dolor puede limitar la capacidad para caminar distancias largas, afectando las actividades cotidianas y generando molestias que impactan en la calidad de vida.