Placenta previa, enfermedad asociada a una hemorragia
La placenta previa como tal no es prevenible, es una condición que aparece de manera prácticamente condicionada por el desarrollo de la placenta. En sí mismo lo que se pueden prevenir son algunos de los desenlaces adversos como la prematurez.
Dr. Osvaldo Miranda Araujo
La complicación de la placenta previa, de manera muy general y quizá la más importante, es la hemorragia. Se manifiesta generalmente en el tercer trimestre, es una hemorragia que generalmente es indolora, no asociada a contracciones uterinas y de una magnitud variable que, en la mayoría de las veces, requiere de hospitalización, observación y, en algunos casos muy especiales, planear de la resolución del embarazo. La gravedad del problema dependerá de la edad del embarazo, la edad gestacional, el peso del bebé y la magnitud de la hemorragia y el sangrado.
Causas de la placenta previa
Las causas de la placenta previa tienen que ver con el proceso de implantación o la adherencia de la placenta desde su formación, sin embargo, quizá lo más importante en relación a la situación de la placenta previa es qué antecedentes se tienen en esa paciente en la cual apareció el padecimiento, si la paciente tiene cesáreas anteriores (procedimientos o cirugías uterinas) las implicaciones en relación al pronóstico y la gravedad son mayores, la principal y más temida de ellas es el acretismo placentario, que es una invasión anormal de la pared uterina y, cuyo riesgo principal es la hemorragia de una magnitud variable pero, en la mayoría de los casos, masiva, que pone en riesgo de manera muy severa la salud de la paciente.
Riesgos en la condición materna
Los riesgos tienen que ver básicamente con la condición materna. La placenta previa se asocia a una hemorragia que puede ser leve, indolora, intermitente y en la cual puede asociarse una hemorragia súbita masiva, que pone en riesgo la salud de la madre y el bienestar del feto. Puede requerir una intervención o una cesárea de urgencia y, en algunos casos muy seleccionados, incluso hacer una cirugía de mayor magnitud como es la histerectomía, que es la necesidad de retirar el útero para evitar alguna complicación mayor y estabilizar de manera más rápida a la condición de la paciente.
No es posible prevenirla, pero se pueden evitar desenlaces adversos
La placenta previa como tal no es prevenible, es una condición que aparece de manera prácticamente condicionada por el desarrollo de la placenta. En sí mismo lo que se pueden prevenir son algunos de los desenlaces adversos de la condición de placenta previa, como son la prematurez, que se puede evitar en el caso de una paciente con sangrado, con algunas contracciones uterinas que lo hayan condicionado, se debe manejar con hospitalización, con soluciones, algunos medicamentos que evitan que haya contracciones y que haya una mayor probabilidad de que la hemorragia se vuelva de una magnitud mayor y, de esta forma, dé con un plan de manejo bien integrado. Se puede permitir llevar el embarazo a una edad gestacional en la cual los riesgos asociados a la prematurez se disminuyen en la medida de lo posible.
Por otro lado, pacientes con placenta previa deben de ser atendidos en un centro hospitalario que, si es posible, cuente con todos los recursos necesarios: banco de sangre, productos sanguíneos disponibles en todo momento y un área para una cirugía que puede ser desde una cesárea hasta una cirugía de mucha mayor magnitud, como la histerectomía y, en algunos casos, de ligadura de vasos pélvicos.