Psicosis y Adicciones en Adolescentes: Una guía para entender y ayudar
La adolescencia es una etapa crítica en el desarrollo humano, marcada por numerosos cambios físicos, emocionales y sociales. Durante este período, los adolescentes presentan una maduración cerebral acelerada con cambios significativos en el sistema de recompensa y la capacidad reflexiva.
Estas características neurobiológicas, sumado al movimiento social esperable de esta edad, que es alejarse de los padres y acercarse a sus pares, es una situación que crea nuevos riesgos de presentar enfermedades mentales como las Adicciones y los Trastornos Psicóticos.
En este artículo, exploraremos la relación entre la Psicosis y las Adicciones en adolescentes, ofreciendo una visión clara y accesible para entender mejor estos problemas y cómo abordarlos.
¿Qué es la Psicosis?
La Psicosis es un Trastorno Mental grave que afecta profundamente la forma en que una persona se relaciona con la realidad, altera sus pensamientos, sentimientos y comportamientos.
El adolescente que está viviendo un episodio psicótico está viviendo una realidad paralela al resto de sus familiares o amigos, no logra distinguir lo real de la fantasía y pueden experimentar alucinaciones (ver u oír cosas que no están presentes) y delirios (creencias falsas e incomprensible).
En la adolescencia, la aparición de Psicosis puede ser especialmente preocupante, debido a que puede evolucionar a enfermedades mentales graves como la Esquizofrenia o el Trastorno Bipolar.
El impacto del consumo de drogas
La adolescencia es el momento de la vida donde frecuentemente se inicia el consumo de alcohol y otras drogas, es la edad donde se presenta un mayor riesgo de tener una enfermedad como la Adicción, lo que puede llevarlos a tener conductas de mucho riesgo para sí mismos o quienes los rodean.
Algunas sustancias como la marihuana, ketamina, tusi o cocaína pueden tener efectos perjudiciales en la salud mental, desencadenando Trastornos Mentales como Depresión, Ansiedad y, en casos severos, episodios psicóticos.
El inicio temprano del consumo de estas sustancias y su uso regular aumenta significativamente el riesgo de desarrollar otros problemas de salud mental a corto y largo plazo.
Casos reales y lecciones
Caso 1: Claudio
Claudio, de 15 años, comenzó a experimentar una Psicosis Paranoide después de consumir cocaína durante un fin de semana de estar de fiesta con sus amigos. Creía que personas en la calle lo vigilaban, desde los autos lo fotografiaban y, sin saber exactamente cómo, todo estaba arreglado para hacerle daño.
Esta situación muestra la manera en la que el uso de drogas puede desencadenar Psicosis, sin la necesidad de presentar una Adicción. Esto es lo que se tiende a llamar una Psicosis Cocainómana, un efecto directo de la sustancia.
Caso 2: Laura
Laura, de 16 años, comenzó a consumir marihuana a los 13 años para aliviar la angustia del abandono de su madre. A los 15 años, su consumo se intensificó, y experimentó alucinaciones auditivas que la obligaban a hacerse daño, además, hacían comentarios negativos acerca de su cuerpo y generaban pensamientos suicidas.
Su historia muestra la relación entre el trauma relacional de la infancia, que genera un gran sufrimiento emocional, donde el consumo de sustancias inicialmente la alivia, para posteriormente provocarle un Trastorno Depresivo con síntomas psicóticos.
Caso 3: Cristian
Cristian, de 14 años, tenía problemas con sus padres porque le criticaban y no le permitían el consumo de marihuana que empezó desde hace algunos meses. Tuvo un cambio muy importante, ya que, de ser un muchacho tranquilo y pacífico, inició un comportamiento agresivo hacia su familia. Tenía la creencia que su familia lo querían envenenar (delirio paranoide).
Con apoyo de un equipo de salud mental logró hacer abstinencia del consumo de marihuana y, un mes después, desaparecieron estas ideas delirantes y su conducta agresiva. Requirió de tratamiento farmacológico con antipsicóticos para su recuperación.
Factores de riesgo y prevención
Existen múltiples factores de riesgo que predisponen a los adolescentes a desarrollar Psicosis y Adicciones, incluyendo:
- Factores biológicos: Genética familiar para Esquizofrenia, Trastorno Bipolar, Adicciones y Alcoholismo. Se considera a padres, hermanos, tíos y abuelos
- Entorno familiar: Conflictos familiares crónicos, abuso o negligencia de cuidados
- Influencias sociales: Presión de pares y exposición a entornos de alto riesgo
Para prevenir estos problemas, es fundamental:
- Educación y conciencia: Informar a los adolescentes y sus familias sobre los riesgos del consumo de alcohol y otras drogas, tener un estilo de vida saludable
- Apoyo familiar: Crear un entorno familiar seguro y de apoyo donde los adolescentes se sientan escuchados y comprendidos. Involucramiento parental en las actividades de los hijos, saber dónde y con quién están.
- Acceso a recursos: Facilitar el acceso a servicios de salud mental y programas de intervención temprana
Tratamiento y recuperación
El tratamiento de la Psicosis y las Adicciones debe ser integral y multidisciplinario, abordando tanto el aspecto psicológico como el biológico del trastorno. Las estrategias pueden incluir:
- Terapia Psicológica: Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) para manejar pensamientos y comportamientos
- Terapia Familiar: Terapia centrada en mejorar la comunicación y relación entre padres e hijos, para apoyar la resolución de conflictos, aprender a negociar, tener la capacidad de colocar normas y límites de forma efectiva
- Intervenciones médicas: Uso de antipsicóticos y otros medicamentos bajo supervisión médica. Uso de test de drogas, para descartar enfermedades orgánicas
- Apoyo comunitario: Participación en grupos de apoyo y actividades comunitarias para fomentar un sentido de pertenencia y propósito, grupos deportivos, scout, comunidades religiosas, participación social
Conclusión
La relación entre la Psicosis y las Adicciones en adolescentes es compleja y multifacética. Sin embargo, con la educación adecuada, el apoyo familiar y el acceso a recursos de salud mental, es posible ayudar a los jóvenes a superar estos desafíos y llevar una vida saludable y productiva. Es esencial reconocer los signos tempranos y actuar rápidamente para brindar el apoyo necesario.