Reflujo Gastroesofágico Infantil: Causas, síntomas y tratamientos
Ocurre cuando el contenido del estómago, como los alimentos y los ácidos, regresa al esófago. Imagina que es como si el contenido del estómago "subiera" por el tubo equivocado.
¿Qué tan común es el Reflujo Gastroesofágico en Niños?
El Reflujo es el paso del contenido gástrico hacia el esófago. Esto puede ocurrir de forma esporádica en individuos sanos sin causar enfermedad. Es importante diferenciarlo de los Vómitos, ya que a menudo se confunden. Cuando el Reflujo se presenta constantemente y causa molestias o patologías asociadas, se convierte en Enfermedad por Reflujo.
El Reflujo Gastroesofágico es frecuente en niños menores de 6 meses o de un año, con un pico de incidencia entre los 2 y 4 meses. Afortunadamente, este problema suele resolverse entre los 12 y 24 meses. Aunque puede ser motivo de preocupación para los padres, en la mayoría de los casos desaparece por sí solo. Sin embargo, si persiste y provoca otros síntomas en niños mayores, hablamos de enfermedad por reflujo. En adultos, se asocia hasta en un 50% de los casos con malos hábitos alimenticios, algo que también puede afectar a niños mayores.
¿Cuáles son los síntomas del Reflujo Gastroesofágico en Niños?
Los síntomas varían según la edad y la severidad. En casos de Reflujo Fisiológico normal, pueden observarse irritabilidad y regurgitaciones pequeñas en niños. Por otro lado, cuando se convierte en enfermedad por reflujo, los síntomas incluyen:
- Niños pequeños: irritabilidad excesiva, regurgitaciones frecuentes, Vómitos, llanto recurrente tras la ingesta, posturas anormales, rechazo alimentario y problemas de ganancia de peso
- Niños mayores y adultos: Pirosis, Dolor Abdominal en el epigastrio, Vómitos explosivos, distensión abdominal y, en casos graves, sangre en vómitos o deposiciones
¿Cómo se diagnostica el Reflujo Gastroesofágico en Niños?
Diferenciar entre reflujo fisiológico y patológico es fundamental. El diagnóstico clínico es suficiente en casos de reflujo fisiológico, común en menores de un año. En niños mayores o cuando hay síntomas graves, es necesario descartar otras patologías.
En casos de vómitos explosivos, irritabilidad extrema o síntomas precoces (menores de 2 semanas), puede sospecharse de condiciones como Estenosis Hipertrófica del Píloro, lo cual requiere confirmación mediante Ecografía Abdominal. También se pueden utilizar pruebas como la pH-impedanciometría, útil para correlacionar síntomas extraesofágicos, como Tos, y evaluar la respuesta al tratamiento con inhibidores de la bomba de protones.
¿Qué opciones de tratamiento están disponibles para el Reflujo Gastroesofágico en Niños?
El tratamiento se enfoca en mejorar la calidad de vida del paciente. Se recomienda:
- Alimentación: evitar alimentos copiosos, picantes o muy condimentados, así como establecer horarios regulares y evitar comer tarde por la noche. Es ideal que los niños esperen al menos 1.5 horas antes de acostarse después de comer
- Farmacología: inhibidores de la bomba de protones, que deben ser prescritos por un especialista
¿Cuándo deben los niños con Reflujo Gastroesofágico ser referidos a un especialista?
Es fundamental que los padres reconozcan los signos de alarma sobre el Reflujo Gastroesofágico que podrían indicar patologías subyacentes, como:
- Vómitos precoces (primeras 2 semanas de vida)
- Sangrado en Vómitos o deposiciones
- Convulsiones o alteraciones neurológicas
- Síntomas extraesofágicos como tos excesiva o posturas anormales
Ante cualquiera de estos signos, es indispensable acudir al especialista en Pediatría para una evaluación adecuada.