Terapias disponibles para las Alergias: ¿En qué consiste?
En la actualidad existen tres opciones de terapia, las farmacológicas, no farmacológicas y la Inmunoterapia.
Los tipos de terapias para las Alergias consisten en:
- No farmacológicas: dependen del alérgeno. En pacientes con Alergia a Ácaros se recomienda deshacerse de peluches, lavar la ropa de cama con agua caliente, aspirar el colchón y muebles tapizados, y usar fundas anti-ácaros. Los pacientes polínicos deben ventilar sus hogares por cortos periodos y, en los horarios con menor concentración polínica, utilizar lentes de sol y mascarilla, no abrir las ventanillas del auto y realizar la adecuada mantención de aire acondicionado
- Farmacológicas: existen:
- Corticoides nasales inhalados asociados o no a los anti-histamínicos de 2da generación, los cuales tienen menos efectos adversos (Somnolencia y prolongación eventual del QT) y facilidad de uso (cada 24 hrs).
- Antihistamínicos tópicos
- Inhibidores de la degranulación de mastocitos
- Inhibidores de la ciclooxigenasa
- Corticoesteroides tópicos
- Inmunomoduladores, como la ciclosporina
- Broncodilatador de acción prolongada (LABA)
El tratamiento de la patología bronquial se centra en el uso de corticoides inhalados. En situaciones en las que se requiera, se asocian con un broncodilatador de acción prolongada (LABA). Además es importante que el paciente disponga de un inhalador de rescate en todo momento, además de contar con un plan de acción específico para hacer frente a posibles exacerbaciones.
- Inmunoterapia Alérgeno-Específica: tiene como objetivo desarrollar tolerancia hacia el alérgeno implicado, siendo una opción de tratamiento a largo plazo. La selección del alérgeno se basa en los resultados del Test Cutáneo, considerando la clínica del paciente durante el período de polinización específico. Este enfoque se extiende por 3-5 años.
La Inmunoterapia Alérgeno-Específica es la única intervención etiológica para las Alergias. Consiste en la administración gradual de extracto alergénico, comúnmente por vía subcutánea y ocasionalmente sublingual u oral en otros países, con el propósito de generar tolerancia y prevenir los síntomas asociados con la exposición al alérgeno.
En el contexto de síntomas respiratorios, está indicada para la Rinoconjuntivitis o Asma Alérgica cuando los síntomas no están adecuadamente controlados con fármacos o medidas de evitación. También se considera en casos que requieren dosis elevadas de medicamentos, múltiples fármacos o ambas opciones para mantener el control de la enfermedad. Además, se contempla en situaciones donde hay efectos adversos de los fármacos o cuando se busca evitar el uso prolongado de la terapia farmacológica.
El tratamiento farmacológico está destinado al control sintomático del paciente, con el consiguiente aumento de la calidad de vida de éste. La Inmunoterapia nos permite cambiar la evolución natural de la enfermedad, disminuyendo el riesgo de polisensibilización y el desarrollo de asma bronquial en pacientes con rinitis alérgica. Además, los estudios han demostrado que nos otorga un excelente control sintomático por 10-12 años.
Intervenciones tempranas y aplicables en niños con un alto riesgo de desarrollar enfermedad alérgica
Las estrategias de prevención se pueden establecer a tres niveles:
- Prevención primaria: actúa durante el Embarazo, periodo neonatal y en los primeros meses de vida. Su objetivo es impedir la sensibilización alérgica
- Prevención secundaria: evita la aparición de la enfermedad alérgica en niños ya sensibilizados mediante el control de los factores de riesgo. En esta fase se debe actuar para un diagnóstico precoz y correcto (Anamnesis, examen físico, Pruebas Cutáneas, pruebas in vitro) que permita descubrir los alérgenos implicados y facilitar su evitación. En este sentido, es importante la puesta en marcha de programas educativos que den a conocer cuáles son los factores desencadenantes de la sintomatología y las medidas preventivas que hay que aplicar
- Prevención terciaria: en el individuo ya afectado, se deben adoptar las estrategias terapéuticas que impidan la aparición de la sintomatología inherente a cada enfermedad atópica. Medidas ambientales (evitación de alérgenos, contaminantes atmosféricos, Tabaquismo), educación del paciente asmático (identificación de las exacerbaciones, manejo de medicaciones y dispositivos de aplicación), tratamiento farmacológico de la Rinitis y el Asma (tanto de las crisis como terapia de mantenimiento en función del tipo de Asma y de su grado de control), dietas de exclusión o inducción de tolerancia oral en niños con Alergias Alimentarias, medidas higiénicas y tratamiento antiinflamatorio en la DA, etc. La Inmunoterapia constituye el único tratamiento etiológico de este tipo de patologías, capaz de cambiar el curso natural de la enfermedad induciendo cambios inmunológicos. Está demostrada su eficacia en la prevención del desarrollo de Asma en niños diagnosticados de rinitis además de disminuir la incidencia de nuevas sensibilizaciones