¿Qué es la Rectosigmoidoscopía?
La Rectosigmoidoscopía es un procedimiento médico que tiene la función de examinar el interior del recto y del colon sigma.
Este procedimiento consiste en utilizar un rectosigmoidoscopio, un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara en la punta. Durante el examen, el médico inserta el rectosigmoidoscopio en el recto y lo avanza hasta el sigma, permitiendo así visualizar el interior del colon.
Los trastornos que requieren la exploración médica de la Rectosigmoidoscopia incluyen Diarrea continua con posible pérdida de sangre o moco, irregularidades o cambios en los hábitos intestinales, Dolor Abdominal recurrente y sospecha de Anemia Crónica.
¿Para que se utiliza una Rectosigmoidoscopía
La Rectosigmoidoscopía es utilizada para detectar tumores y Pólipos en el recto y el sigma. Si se encuentran lesiones sospechosas, el médico puede extirpar pequeñas muestras de tejido (Biopsia) para ser examinadas bajo el microscopio.
La Rectosigmoidoscopía es una prueba importante para el diagnóstico del Cáncer Colorrectal, ya que permite detectar tumores y pólipos en el recto y el sigma, y extirpar muestras de tejido para su examen.
Es recomendada para personas mayores de 50 años o para aquellas con factores de riesgo de Cáncer Colorrectal, como antecedentes familiares de Cáncer Colorrectal o Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).
Preparación para la Rectosigmoidoscopía
La preparación para el procedimiento es bastante sencilla, nada dolorosa, pero resulta fundamental. De hecho, es necesario realizar una limpieza completa del colon para que el médico pueda detectar posibles Pólipos o lesiones. Para ello, se toma un laxante entre la noche anterior a la prueba y seis horas antes de que esta se lleve a cabo. Las sopas ligeras y el agua, por otra parte, no ponen en peligro el éxito de la exploración.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento se realiza en un consultorio médico o en una sala de procedimientos ambulatorios, y suele durar entre 15 y 20 minutos. El paciente se coloca en posición de genuflexión en una camilla. El examen puede causar un poco de incomodidad o Dolor, pero suele ser tolerable.
En general, la Rectosigmoidoscopía se realiza sin anestesia, ya que solo produce algunas molestias. En algunos casos puede causar Dolor debido a conformaciones anatómicas especiales como un intestino muy largo, Cicatrices de cirugías previas o Hernias Inguinales. En cualquier caso, el médico puede administrar medicamentos para aliviar este dolor.
Pueden producirse efectos secundarios como hinchazón leve, Aerofagia o Calambres Abdominales, pero tienden a desaparecer naturalmente en un par de horas.
En la actualidad, la Rectosigmoidoscopía se considera una prueba rutinaria y no peligrosa. Solo en casos raros (menos del 1%) pueden producirse complicaciones como sangrado o perforación del intestino por la sonda. Según algunos estudios, también puede favorecer el desarrollo de Apendicitis en personas con predisposición alérgica a medicamentos específicos.
¿Qué significan los resultados anómalos?
Al final del proceso, el especialista ya podrá dar una respuesta. Si no se ha encontrado nada sospechoso, el paciente no tendrá que repetir la prueba. En presencia de Pólipos, por el contrario, bien ya habrán sido extirpados durante la exploración o bien se realizará una prueba histológica de una muestra previamente recogida. Al cabo de un par de semanas los informes estarán listos y si es necesario, se recomendará una Colonoscopia. Finalmente, en caso de Tumor, el paciente será derivado inmediatamente a una consulta quirúrgica.
¿A qué especialista acudir?
El Cirujano General y el Coloproctólogo son los encargados de indicar y supervisar una Rectosigmoidoscopía.